César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-El Gobierno del Estado ignora a las personas con capacidades especiales; ello está evidenciado al dejar de atender adolescentes que requieren intérpretes para continuar con sus estudios de secundaria.
Así lo denunciaron padres de familia de ocho niños que tienen limitaciones de escucha y que toman clases en la Escuela Secundaria Número 4, ubicada entre el Libramiento Norte y la Avenida Morelos Norte.
Según la denuncia de los padres de familia, a los niños se les dejó de brindar la atención desde el mes de noviembre, cuando aún no era siquiera periodo vacacional, desde entonces los estudiantes han tenido que sufrir en cada clase que reciben porque no hay nadie que les brinde asistencia.
Es responsabilidad del Centro de Atención Integral para la Cultura de la Discapacidad (CAICD), dependiente del Gobierno del Estado, brindar este tipo de atención, porque en su presupuesto se contempla la contratación de intérpretes suficientes para atender a los adolescentes que así lo requieran.
En el CAICD se brinda atención de educación básica a todos los infantes que lo requieren, pero no cuenta con educación secundaria, por ello se contrata a intérpretes para que asistan a los egresados y que merecen continuar con su educación.
Pero ahora el Gobierno de Salvador Jara se desentendió de brindar estas atenciones, según las madres de los infantes afectados, ellos siguen asistiendo a la escuela, pero es casi imposible que puedan avanzar por las limitaciones naturales que tienen.
Van ya dos meses desde que el Gobierno de Salvador Jara dejó de prestar atención a ellos, incluso ya ni siquiera quieren atender las quejas de los padres de familia: “desde diciembre estamos solicitando que reanuden el servicio, pero nadie nos quiere atender, nos citan a cierta hora y nunca llegan”, denunció una madre de familia que pidió omitir su nombre.
En la denuncia puntualizaron además que esto se debe al cambio de directores que se realizó en noviembre pasado, y quien actualmente está a la cabeza del CAICD no sabe dirigirlo o no tiene afectos humanos como para darse cuenta de la responsabilidad de su trabajo.
