César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Indígenas de la comunidad de Sevina amenazaron con refugiarse con el crimen organizado si no se les respeta el límite territorial que exigen, esta alianza sería por la indiferencia del Gobierno del Estado que ha hecho caso omiso para ayudar a solucionar el conflicto.
Así lo refirió Ariel Vidales Ruiz, vecino de la comunidad de Sevina, en una entrevista que ofreció a los medios de comunicación, donde acusó que el gobierno de Salvador Jara Guerrero no muestra interés de querer atender el problema que tienen con el municipio de Nahuatzen.
Establecieron que se verían orillados a tomar esta decisión a raíz de la indiferencia del actual gobierno que después de cuatro días en conflicto, no han ayudado a resolver la situación.
“Nos vemos orillados a recurrir al crimen organizado, porque yo le pregunté al secretario de Gobierno, quién es el que provoca todo esto, ustedes que no ponen atención, o el que nosotros exijamos un derecho; porque ustedes son omisos y por esta negligencia nosotros tenemos una duda: ¿En quién debemos de confiar si hay por allí gente del crimen organizado que nos dice, nosotros les ayudamos a arreglar este problema; con quién debemos irnos nosotros? Pues con quien nos apoye, con quien nos ayude”, estableció el vocero de los habitantes de Sevina.
De esta manera amagaron con recurrir a grupos criminales para que les resuelvan su problema de litigio con las tierras, por lo que ponen sobre la mesa que si el gobierno de Salvador Jara no les ofrece una respuesta satisfactoria, tienen una opción ‘B’ con la que sí pueden lograr lo que exigen.
“El Gobierno nos obliga a tomar decisiones equivocadas, por su negligencia y por su poca participación”, estableció el indígena.
El día viernes por la noche se concretó finalmente una mesa de acuerdos entre autoridades federales representadas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Gobierno del Estado representado por la Secretaría de Pueblos Indígenas, así como una comisión de habitantes de Nahuatzen y una comisión de Sevina, sin que al final se hubieran logrado conclusiones definitivas.
La comisión que representaba a Nahuatzen no aceptó ningún acuerdo, se mantuvieron firmes en su exigencia de que sean las autoridades municipales, estatales y federales que acudan al sitio en conflicto, y con documentos en mano de ambas poblaciones muestren hasta dónde es originalmente el lindero para que así se delimite de forma definitiva la frontera entre una y otra población.
La postura del Gobierno es que para poder acudir a esta petición, primero tenían que garantizar el libre tránsito y permitir la reparación de la carretera que comunica a ambas poblaciones y que dejó totalmente aislados a los habitantes de Sevina.
Aunque la gente de Nahuatzen se mantuvo firme en que primero tenían que delimitar los linderos, establecieron que en el momento que las autoridades pongan un pie en la zona del conflicto, en ese momento permitirán que se repare la carretera.
Ante esta reiterada petición, las autoridades estatales y de gobierno, dieron largas en esta petición, exponiendo que en estos momentos no había nadie que resuelva esta solicitud y sería hasta pasando dos semanas cuando habría tiempo de ir a hacer un recorrido por los linderos.
