Hooters, la famosa cadena estadounidense conocida por sus alitas de pollo y los uniformes llamativos de sus camareras, ha solicitado formalmente protección por bancarrota bajo el Capítulo 11. HOA Restaurant Group, la empresa matriz, presentó la solicitud el lunes en el tribunal de bancarrota del norte de Texas, en Dallas. Esta medida llega en un contexto de dificultades financieras que afectan a varias cadenas de restaurantes tradicionales en Estados Unidos.
El desafío que enfrenta Hooters refleja una tendencia creciente entre las cadenas de restaurantes más consolidadas, que luchan con el aumento de los precios de alimentos y mano de obra, así como con los cambios en los gustos de los consumidores. Además, la competencia de nuevas cadenas más casuales y populares, como Shake Shack, ha intensificado las presiones sobre los restaurantes de legado.
El año pasado, otras importantes cadenas como Red Lobster, TGI Fridays y Buca di Beppo también solicitaron protección por bancarrota, mientras que On the Border, una cadena Tex-Mex, lo hizo hace solo unas semanas.
El plan de bancarrota presentado por Hooters contempla la venta de 100 de sus restaurantes en Estados Unidos, que serán adquiridos por un grupo de franquiciados de la marca. Entre estos franquiciados se incluyen los propios fundadores de Hooters, quienes actualmente operan 14 de los 30 restaurantes más exitosos de la cadena en el país.
A pesar de esta reestructuración, la compañía aseguró que los franquiciados y socios de licencias seguirán operando todas las ubicaciones existentes, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, donde Hooters mantiene más de 420 restaurantes en 29 países.