César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Cada vez que un diputado promueve y aprueba una ley lo hace a título personal, así lo definió Talía Coria Mendoza, la ex vocera del Comité Ciudadano por el Trato Ético de los Animales (CCTEA), quien justificó a los diputados del PRI por haber votado a favor de que la fiesta taurina se convirtiera en Patrimonio Cultural Inmaterial de Michoacán, “fueron decisiones personales, no del partido”, justificó.
Cuando en septiembre del 2014 el Congreso del Estado aprobó la tauromaquia como Patrimonio Cultural en la entidad, causó molestia entre los defensores de los animales; Talía Coria encabezó a los inconformes y tomaron la sala principal del Congreso, trepando entre los muebles llegó hasta la tribuna para colocar lonas contra la tauromaquia.
Desde el estrado de la mesa de directiva del Congreso, gritaba contra todos los diputados y amagaba que lo pensaran muy bien porque si aprobaban la iniciativa tendría consecuencias en las urnas.
Pero los gritos de la activista fueron ignorados, aún con los activistas allí y aún con los gritos de Coria Mendoza, los diputados aprobaron el dictamen con 18 votos a favor y 10 en contra, la mayoría de quienes lo aprobaron fueron diputados priistas; el hecho provocó que la activista saliera con lágrimas en los ojos y señalando a los principales impulsores de dicha ley que la pagarían con el voto de castigo para estas próximas elecciones.
Curiosamente la única diputada que no aprobó esta ley, fue Daniela de Los Santos, quien se ganó la simpatía de los animalistas, incluso unos días después la misma Talía Coria le cedió su lugar como candidata a diputada por el PRI.
Y es que después de dicha manifestación en el parlamento michoacano, las organizaciones de animalistas se movilizaron por todo el estado para buscar el veto de bolsillo, en tan solo unos días juntaron cientos de miles de firmas contra dicha ley para echarla abajo.
Esta reacción hizo ver la gran simpatía que tienen los animalistas, por lo que pronto Talía Coria fue invitada a ser candidata del Partido Verde, propuesta que aceptó y desde entonces se hizo política, aunque apenas unos días fue candidata a diputada, pronto la desbancaron para entregarle su lugar a Daniela De los Santos, por quien ahora la activista pide el voto desde el puesto que tiene en el Partido Verde.
Inicialmente la otrora activista señalaba que cedió su candidatura a cambio de la delegación de la Semarnat, la cual le prometieron le entregaría a unos días de que le quitaron la candidatura, pero los meses han transcurrido y sólo es evidente que ni fue candidata ni tiene ninguna delegación, pero sí sigue esperando un puesto que le otorgue el Partido Verde una vez que gane el PRI, partido con el que hicieron alianza.
Del voto de castigo con el que amenazaba a los diputados del partido al que ahora apoya, simplemente dijo, “fueron decisiones personales y no a nombre de partido”. Ahora los acompaña a todos los eventos, se toma fotos con ellos y pide el voto a favor de la alianza PRI-PVEM.