Enrique Legorreta/@enriquelego3_0
(30 de enero, 2014).- La entrada en vigor de la Reforma Hacendaria a partir de 2014, trajo consigo el aumento de impuestos a la comida considerada “chatarra” y a otros productos que son considerados propensos a provocar obesidad. Ante esta ola de alza de precios, la sociedad mexicana, que en su mayoría consume uno o dos productos chatarra al día, está latente de que su bolsillo se vea afectado.
La canasta básica de alimentos y productos en México consta de 20 elementos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los cuales son: Frijol, Arroz, Azúcar estándar, Harina de maíz, Aceite vegetal comestible, Atún, Sardina, Leche en polvo, Chiles enlatados, Café soluble, Sal de mesa, Avena, Pasta para sopa, Harina de trigo, Chocolate en polvo, Galletas marías, Jabón de lavandería, Jabón de tocador, Papel higiénico, Detergente en polvo y Crema dental.
A través de un recorrido que realizó REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO en distintas tiendas tanto de los pequeños comercios como de los grandes supermercados, pudimos comprobar que no solamente los productos categorizados “chatarra” han subido de precio, sino que también otros productos que no deberían de aumentar han recibido un incremento en sus precios.
La canasta básica es la que mayor impacto tiene en la sociedad, los precios varían dependiendo el lugar donde se compra, aunque hay unos productos que tienen el mismo precio, la comida chatarra y bebidas azucaradas son las más golpeadas por la alza de precio registra.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señaló que durante los primeros quince días del año, el precio de los productos de la canasta básica tuvo un aumento de 12.3 por ciento en comparación a los últimos meses del 2013, lo que deja una variación de precios de los productos dependiendo el lugar y la zona donde se compren.
Aunque la canasta básica es un complemento de productos que es indispensable en los hogares de los mexicanos, en las bolsas de mercado se incluye los productos chatarra, que son parte de las compras que se realizan y de la dieta del mexicano.
“Sí, he notado un aumento a la hora de comprar la despensa, sé que iban a aumentar los productos chatarra, pero por ejemplo el pan blanco está carísimo, el pan dulce también, la verdad sí está pegando al salario. Hay otros productos que no han subido y siguen igual, como la leche y otras cosas. Pero sí, sí me pega los aumentos, pero pues ya lo aprobaron y ya no se puede hacer nada”, comentó Rosa María López, cliente de los supermercados.
Los precios en 2013 se mantuvieron entre uno o dos pesos abajo del costo que tienen hoy los productos de la canasta básica, y este incremento de los precios se suma a los nuevos cargos que tienen la comida chatarra.
“Aún no me pega este aumento, pero es cuestión de qué compra la gente, sí, los refrescos por ejemplo sí se ve que están siendo los afectados. Pienso que va a pasar lo mismo que con los cigarros, cuando se aumentó el precio de todas las presentaciones del tabaco hubo unos meses en que bajo el consumo, pero ya ahorita se sigue comprando como si nada”, señaló Armando Torres, quien es dueño de una “tiendita de la esquina”.
Dentro de los recorridos que se hicieron en las tiendas, los productos chatarra tienen los precios más altos, en los mini supermercados llegan a costar casi el doble que en las tienditas, por ejemplo; unas papas saladas cuestan en la tienda ocho pesos, en los mini supermercados el precio es de 14 hasta los 16 pesos, mientras que en un supermercado los costos son de 11 a 13 pesos por bolsa.
Las bebidas azucaradas son las que más consumo tienen en el país, México es el consumidor número uno de refrescos. Un refresco familiar de tres litros en la tienda cuesta 27 pesos, en un minisúper el precio es de 30 pesos, mientras que en los supermercados el costo de esta bebida tan consumida en el país es de 29 pesos.
Un trabajador de los minisúper entrevistado por REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO, señala que las ventas sí se han visto afectadas, sobre todo en los productos como el pan, las galletas, las papas y productos de abarrotes.
“Los productos que se vieron afectados fueron los de comida chatarra, los refrescos y demás bebidas que tienen un porcentaje de azúcar, pero se siguen consumiendo. Los abarrotes sí se han visto afectados, la gente no está comprando ya que algunos productos contienen grasas y tiene aumento por eso. De ahí en fuera las papas, las galletas y el pan sí están bajos en ventas”, comentó el joven vendedor.
Esta acción sin duda repercutió en la inflación de los primeros días de enero, ya que el INEGI señaló que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento del 0.68 por ciento en la primera quincena de enero, lo que significaría de uno a 1.5 pesos, y su tasa anual se disparó a 4.63 por ciento, derivado por las reformas que están en vigor.
El precio fue determinante en este primer resultado de inflacion, ya que los productos más afectados, como ya se señaló, fueron los refrescos envasados con un alza del 11.40 por ciento y el pan dulce con un 4.76 por ciento; lo que deja a la Pofeco y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el problema de enfrentar la poca venta de los pequeños comerciantes, así como el de verificar que los precios sean los justos y no se sobrepase el 16 por ciento de gravamen permitido por la Reforma Hacendaria.