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Según un estudio de un científico australiano, la tendencia a la infidelidad femenina podría ser genética. Se reveló que las mutaciones en el gen receptor de la hormona vasopresina pueden conllevar al comportamiento promiscuo en las mujeres.
Un estudio llevado a cabo por el psicólogo Brendan P. Zietsch, de la Universidad de Queensland, en Australia, demostró que la infidelidad en las mujeres se debe a una mutación de la hormona vasopresina. Esta hormona es responsable de conductas humanas como la confianza, la empatía y la vinculación sexual.
En el estudio participaron entre 7.400 gemelos y sus hermanos, que habían mantenido una pareja estable durante al menos un año. Como resultado, se reveló una significativa relación entre cinco variantes diferentes de vasopresina y la infidelidad femenina. El investigador concluyó que el 40% de la variación en el comportamiento promiscuo de las mujeres podría atribuirse a los genes.
Sin embargo, en opinión de Zietsch, existen muchos otros factores que contribuyen a la infidelidad, como por ejemplo, las circunstancias y la disponibilidad de otra persona. El estudio fue publicado en la revista ‘Evolution and Human Behavior‘.