César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-El movimiento del 68 no sólo es el 2 de octubre, ni tampoco fue esa fecha cuando culminó la protesta, hoy en día las manifestaciones siguen vivas, los inconformes no han claudicado. Las represiones del Ejército y los mandos armados lograron que se deshiciera aquel mitin en diciembre de ese año, pero hoy los estudiantes universitarios y de tecnológicos lo hacen vigente.
Fue precisamente en Michoacán donde se cometieron los primeros asesinatos de estudiantes, lo que propició un fuerte movimiento que tuvo una dimensión que ni siquiera los que participaron imaginaban que las cosas llegarían a una magnitud de tanta atrocidad.
El primer asesinato de estudiantes que cometió el Ejército fue en Morelia, el 29 de julio de 1949. Por primera vez, el Ejército agredió a los estudiantes que iban marchando de manera pacífica sobre la Avenida Madero rumbo al Colegio de San Nicolás, fueron alcanzados a la altura del templo de La Cruz y les disparó por la espalda.
Allí murieron los estudiantes Abarca y Tavera. A partir de ese momento comenzó una época negra de persecuciones estudiantiles. Allí nació también una manifestación nacional que nadie imaginó que derivaría en una crisis peor.
Al atentado de Abarca y Tavera le siguieron otros asesinatos sucesivos.
Todo se originó porque en el 61 se había autorizado una ley orgánica democrática para mejorar el sistema educativo de la UMSNH, al frente de la cual estaba Elí de Gortari, ocupando el nuevo puesto de la rectoría.
Pero el avance no fue posible porque destituyeron al rector el 14 de marzo de 1963, Y al día siguiente, el 15 de marzo el Colegio de San Nicolás fue sitiado por el Ejército y mataron a otro estudiante, al camarada Raúl Oropeza García. Tres años después, en 1966 la policía asesinó al estudiante Everardo Rodríguez.
Cuando estos asesinatos ocurrían, los estudiantes hacían mítines y movilizaciones constantes para exigir que el Ejército regresara a los cuarteles y dejaran de matar jóvenes y que el recién creado escuadrón de granaderos fuera desintegrado, pero a pesar de que hubo claros intentos de acuerdos, nunca se logró el hecho.
Todos los intentos culminaron el 2 de octubre con la matanza de Tlatelolco, incluso ese día por la mañana los estudiantes tuvieron un diálogo con las autoridades y el único acuerdo fue volver a reunirse por la tarde, pero la siguiente reunión nunca se celebró.
El 68 simboliza la derrota, la barbarie, la sangre, la masacre, los presos políticos; un movimiento que inició con la matanza de los estudiantes Abarca y Tavera, y terminó el 20 de diciembre de 1971, fecha en que fueron liberados los últimos presos del Palacio de Lecumberri, cárcel a donde eran mandados los detenidos durante todos los años de protesta.
