Redacción / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-La paridad es una aspiración posible y necesaria para el fortalecimiento de la democracia y la representación de la diversidad social, así como de la gobernabilidad de los países sobre la base de la igualdad entre los géneros en la representación política y en los altos cargos de la administración pública, expresó la diputada Cristina Portillo Ayala.
Las mujeres, subrayó, “somos responsables de que la paridad no sea letra muerta, no sólo por ocupar los espacios, sino por luchar porque los avances legislativos sean consistentes y congruentes, más allá de las interpretaciones facciosas o hasta ignorantes”.
Así lo dio a conocer en el marco de la Conmemoración del 59 Aniversario del voto femenino, agregó que el ejercicio de la ciudadanía activa por parte de las mujeres, no sólo es un acto de justicia, es una necesidad de la democracia y de la modernidad, señaló Portillo Ayala, en el marco de la Conmemoración del 59 Aniversario del voto femenino.
A casi 60 años del sufragio activo como realidad para nosotras, agregó la legisladora, debemos recordar la escasa participación de las mujeres en la conformación de las leyes, en la conducción de los asuntos públicos, en la disposición sobre los recursos sociales y en la administración de justicia.
Nuestro objetivo como mujeres de vanguardia es abrir puertas a la presencia de otras mujeres en altas posiciones políticas y contribuir a orientar los recursos, no sólo a favor de nuestro adelanto, sino también para modificar el funcionamiento del sistema político.
La presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la LXXII Legislatura refirió que el estado mexicano ha adquirido la obligación de promover la participación política de las mujeres a través de la firma de tratados internacionales como la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), y las Conferencias Mundiales en el Cairo (1994) y Beijing (1995).
Lo anterior, ha tenido como consecuencia reformas, ajustes y modificaciones legislativas que han permitido impulsar la presencia de las mujeres mexicanas en cargos de administración y representación. El puesto más alto que han ejercido las mujeres en la Administración Pública Federal, dijo, ha sido el de Secretarias de Estado. A la fecha, sólo 23 mujeres han ocupado este cargo.