Muchas parejas atraviesan varias crisis durante su relación. Sin embargo, pocas de ellas logran identificarlas. Así, los conflictos, las angustias y las contradicciones se intensifican a lo largo del tiempo y pueden llegar a romper una pareja.
Celia Laniado, psicóloga y sexóloga, recibida en la Universidad de Buenos Aires, nos enumera las señales de alarma de una pareja en crisis. “Evitar el desgaste es un tema de prevención ya que una vez instalado es difícil de revertirlo, hay que estar alerta a las señales”, argumenta la licenciada.
1. La falta de deseo sexual es un síntoma de desgaste en la pareja. Cuando se pierde el interés en los encuentros sexuales y lentamente comienzan a desaparecer. Habría que preguntarse en tal caso, ¿qué lugar ocupa el sexo en nuestra pareja? ¿Qué actitud tenemos frente a lo sexual? ¿Cuántas veces por semana le dedicamos tiempo al sexo en la pareja?
2. Peleas y discusiones por la convivencia misma: ya sea por la cantidad de exigencias a resolver, las tareas cotidianas de la casa, los hijos o el trabajo, muchas veces la convivencia genera controversias y reproches constantes. Por ejemplo, ¿quién hace las compras de la semana? ¿quién lleva los hijos a la escuela? ¿quién le paga a la empleada?
3. La lucha por el poder: quién gana más plata, quién tiene razón, quién es mejor. La lucha de egos por el orgullo se instala y provoca un cansancio constante en la pareja.
4. El sexo como trámite: la falta de juego previo, de caricias, de estimulación por parte del hombre hacia la mujer. En muchos casos el varón es muy machista, piensa solo en sí mismo y dirige el sexo a su manera. De esta manera, la mujer queda relegada. Ya no hay risas, piropos, ni seducción.
5. La queja constante, especialmente, por parte de la mujer, provoca que la pareja se paralice. “No me hiciste esto”, “No lavaste la ropa”, etc. Cuando la mujer no trabaja, muchas veces su pensamiento es: “el hombre mantiene la casa, me quedo con él”. Así, se acostumbra a ser sometida, y más tarde viene la queja.
6. Las disfunciones sexuales: en el hombre la más común es la eyaculación precoz y en la mujer la falta de orgasmo. Estas traen quejas, reproches y desgaste.
7. La falta de comunicación: se genera de forma recurrente por la falta de tiempo compartido. Las agendas diferentes llevan al desgaste, debido a que, el estar juntos, solos en la casa, no figura en el calendario de tareas de cada uno.
8. Ser muy dominante o complaciente: Los dos extremos llevan al desgaste. Dar instrucciones de todo y controlar todas las situaciones de su pareja y, en el otro extremo, no tener opiniones propias, termina aburriendo al otro.
9. La constante manipulación: a menudo queremos que el otro piense como igual; que haga las cosas como nosotros las hacemos y que se vea como nos gusta. Esto, a la larga, destruye a la pareja porque uno está manipulando al otro, sin dejarlo ser él mismo.
10. Las críticas en público y en privado: es un hábito que destruye la autoestima de los integrantes de la pareja, genera ira y va causando una crisis.