(10 de diciembre, 2014).- Una nueva investigación desafía la teoría convencional de que los volcanes se generan cuando las placas que conforman la corteza del planeta se desplazan y liberan calor.
En lugar de proceder de las profundidades del interior del planeta, la responsabilidad está más cerca de la superficie, a entre unos 80 y 200 kilómetros de profundidad, una capa por encima del manto de la Tierra conocida como la astenosfera.
Este trabajo, que se publica en ‘Science’, fue realizado por Don L. Anderson, profesor emérito del Laboratorio de Sismología del Instituto de Tecnología de California, Estados Unidos, y Scott King, profesor de Geofísica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Virginia (Virginia Tech), en Estados Unidos.
“Durante casi 40 años, ha habido un debate sobre la teoría de que las cadenas de islas volcánicas, como Hawai, se han formado por la interacción entre las placas en la superficie y columnas de material caliente que se elevan desde el límite entre el núcleo y el manto, casi 1.800 kilómetros por debajo la superficie de la Tierra”, recuerda King.
“Nuestro trabajo muestra que una capa caliente debajo de las placas puede explicar el origen de los volcanes sin recurrir a conductos profundos desde la mitad hasta el centro de la Tierra”, resume. Tradicionalmente, se ha considerado la astenosfera como una estructura pasiva que separa las placas tectónicas móviles del manto. Como las placas tectónicas se mueven varios centímetros cada año, los límites entre las placas engendran la mayoría de los volcanes y los terremotos del planeta.
“A medida que la Tierra se enfría, las placas tectónicas se hunden y desplazan el material más caliente a más profundidad en el interior de la Tierra –explica King–. Este material se eleva como dos corrientes ascendentes anchas y pasivas que los sismólogos han reconocido desde hace tiempo en sus imágenes del interior de la Tierra”.
Sin embargo, el trabajo de Anderson y King muestra que la región débil caliente debajo de las placas actúa como una capa lubricante, evitando que las placas arrastren el material a medida que avanzan. Los investigadores muestran que esta capa lubricante es también la parte más caliente del manto, por lo que no hay necesidad de elevar calor para explicar los volcanes en medio de las placas. “La tectónica de placas y los volcanes a mitad de placa son los resultados naturales de los procesos en las placas y la capa debajo de ellos”, sentencia King.