Alina Rosas Duarte /@ARD3_0
(31 de marzo, 2014).- La mañana de este domingo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia–Ejército del Pueblo (FARC-EP) en conjunto con las delegaciones gubernamentales colombianas que se encontraban en el ciclo 22 de las negociaciones de paz en La Habana, Cuba, declararon que “a lo largo de este ciclo de conversaciones hemos avanzado sustancialmente en la construcción de acuerdos sobre diferentes aspectos contenidos en el punto de ‘Solución al problema de las drogas ilícitas’, tercero en discusión”.
En este diálogo, ambas delegaciones anunciaron logros preliminares y presuntos avances, sin embargo, el grupo de las FARC-EP informó a través de un comunicado paralelo los detalles al respecto. “En el próximo ciclo continuaremos elaborando acuerdos sobre estos asuntos para concluir, prontamente, las discusiones de todos los temas incluidos en dicho punto. Nos reunimos con los representantes de los gobiernos de Chile y Venezuela, países acompañantes, para informarlos sobre el avance de las conversaciones”, anunciaron.
Durante la rueda de prensa que ofrecieron en La Habana, la Comisión de Paz de las FARC-EP, señaló que “los logros permiten asumir que el camino de la reconciliación se libera de obstáculos en la medida en que se plasmen en los acuerdos las reivindicaciones más sentidas de las pobrerías, sus derechos fundamentales, la determinación de concretar una Reforma Rural Integral que de verdad dé acceso a la tierra a las comunidades del campo, derecho al territorio, a la participación política sin más persecuciones, represión y muerte, en condiciones de dignidad y democracia, superando las causas estructurales de la miseria y de la desigualdad que subyacen como causas de la confrontación política, social y armada”.
Dentro de los acuerdos preliminares en el tema de narcotráfico se encuentra la sustitución de cultivos de uso ilícito “que deberán colocar en primer plano el protagonismo de los campesinos, las comunidades indígenas y afro vinculadas al cultivo”.
“Es hora de reemplazar las políticas y las estrategias de drogas orientadas por la ideología y la conveniencia política; superarlas con políticas económicas responsables y estrategias basadas en la ciencia, la salud, la seguridad y el respeto a los derechos humanos, adoptando criterios de evaluación apropiados, acudiendo sin restricciones no solamente a la interpretación sino también a la revisión de las convenciones internacionales para adaptarlas a una sólida experimentación con la reducción de daños, la descriminalización y las políticas de regulación legal”.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias llamaron a recuperar la memoria colectiva a través del establecimiento de una Comisión de la verdad de la historia del conflicto y sus responsables, así como al resarcimiento a las víctimas a través de un compromiso de justicia, de la reparación, de la obligación de la no repetición y del adelanto de un proceso constituyente del “anhelado” Tratado de Paz estable y duradero, que para éstos, necesita Colombia.
Por medio de un comunicado circulado en las vísperas de este domingo, advirtieron que una nueva política antidrogas “si algo debe erradicar son las aspersiones que tanto daño le han hecho al medio ambiente y la represión que atenta contra la vida y los derechos humanos de las comunidades indígenas, afro descendientes y campesinas”.
“Una política fuera de los fracasos del prohibicionismo y el carácter punitivo, debe liberar a quienes han sido judicializados sin tomar en cuenta que se trata de víctimas de quienes desde las altas cumbres del poder económico se lucran de un flagelo mundial”, puntualizaron.
En espera del próximo ciclo de conversaciones que comenzará el próximo 4 de abril, las FARC-EP en conjunto con las delegaciones gubernamentales colombianas reiteraron su agradecimiento por su permanente apoyo a los países y pueblos de Cuba y Noruega, países garantes, y de Chile y Venezuela, países acompañantes.