Cuanajo encendió el año nuevo para los Purépechas, y en un entorno de fiesta, misticismo y tradición, el fuego nuevo llegó. La Yacata provisional en el centro de la plaza fue el epicentro de los cantos y sonidos de caracoles a la media noche, para así agradecer por un año, y pedir por el venidero. Después del encendido, se anunció que la comunidad de Capacuaro, en la meseta, será la sede de esta celebración en el 2020.
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