Bien podría decirse que androides, robots y similares no le falta actuando al cine, pero en este caso la presentación es absolutamente de otro corte: “Sayonara” tiene como protagonista a una actriz androide, que además hace el papel de acompañar a una humana real.
Estrenado en el 28º Festival de Cine de Tokyo, los japoneses –sumamente sensibles a los temas robóticos- ya agotan localidades de preventa para el estreno comercial de la película el próximo 21 de este mes en las salas del circuito nipón.
“Sayonara” (Adiós, en japonés), cuanta la historia entre Leona, una robot casi humana, y Tania, una mujer que se encuentra sumamente enferma después de haber sido afectada por las radiaciones de un accidente nuclear que no se especifica en el film.
La robot protagonista es capaz de hablar y tiene una serie de expresiones faciales comunes a los humanos, pero no puede andar, por lo que el guión la ha colocado en una silla de ruedas.
Operada por control remoto, la robot tiene un esqueleto metálico, cuyas articulaciones asemejan en mucho el movimiento a lo “vivo”, y además tiene piel de silicona sobre base de goma, sumamente similar a cómo somos los humanos.
Una obra teatral adaptada al cine
El director Koji Fukada( que dirigió “Hospitalité”), en conjunción con el dramaturgo Oriza Hirata y el profesor e ingeniero Hiroshi Ishiguro, líder del Laboratorio de Telecomunicaciones Avanzadas de Japón (conocido por sus diseños de autómatas humanoides), han desarrollado la prolífica alianza que les permitió llevar adelante la película que ha obtenido aplausos de los asistentes al Festival de Cine de Tokyo.
El androide es de modelo “Geminoid-F”, ha explicado Hiroshi Ishiguro, quien recordó que desde 2005, está realizando autómatas de similitud humana, capaces de interactuar con personas. Los japoneses han hecho incluso famoso popularmente al técnico por uno de sus logros más difundidos en los medios nipones: un clon robótico de sí mismo.
El trabajo del técnico ha sido galardonado con el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología 2015, del Ministerio de Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología, del Japón. Sus androides son además conocidos del Museo de la Ciencia Emergente y la Innovación de Tokio, donde se exhiben.