Educación


Llegan reformas estructurales a la UNAM: van contra académicos

(21 de enero, 2014).- “Es evidente que la planta laboral académica de la Universidad Nacional Autónoma de México está envejeciendo”, afirma el profesor Antonio Buitrón Peralta. Recientemente, la misma institución reconoció que la mayoría de sus docentes de tiempo completo oscila en una edad que va de los 55 a los 60 años de edad; el más longevo alcanza los noventa. Sin embargo, muchos se niegan a retirarse.

Buena parte de éstos resiste irse ya que una gran porción de su salario no se compone del dinero que obtienen por estar frente a grupo: sus ingresos son completados por las prestaciones que obtienen gracias al Programa de Estímulos al Desempeño Académico, el cual no es trasladado a sus pensiones.

“Otra parte de la planta, la más desfavorecida, como yo, ni siquiera puede alcanzar el tiempo completo. Cada cinco años hay concursos en los que se ofrecen apenas cuatro plazas. Casi el 60 por ciento de los docentes es personal de asignatura, o sea, se gana la vida dando clases por hora o mediante interinatos”.

“Desgraciadamente son la mayoría”, lamentó Buitrón Peralta, quien pertenece a esta categoría. Profesor de Química en la Preparatoria 3 Justo Sierra que forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su seño indignado se queja de las condiciones que le impone el sistema laboral dentro de la “máxima casa de estudios”: a veces llega a atender 700 estudiantes por año y gana, apenas, 65 pesos por hora dada de clase.

No tiene plaza y desde hace décadas labora “precariamente”, pese a haber acreditado la formación académica que le exige la formación de nuevos cuadros, dice.

Por si fuera poco, con los nuevos subprogramas de Retiro Voluntario y de Incorporación de Jóvenes Académicos, la situación le será más difícil. Al avanzar su edad, perderá competitividad frente a los nuevos maestros que pretende incorporar la UNAM, los cuales, como requisito, deberán tener un máximo de 37 años (para hombre) y 39 (para mujeres).

“La medida, considero, es discriminatoria y además ilegal, ya que viola los artículos 68 y 69 del reglamento interno, no estipula límites de edad”.

¿Símil de la reforma educativa?

Conforme con un deseo por renovar la planta laboral que combine “juventud con experiencia”, la Rectoría de la Universidad publicó el pasado 11 de noviembre en la Gaceta UNAM una “Iniciativa para el fortalecimiento del personal académico” regida por dos subprogramas.

El primero (constituido por el inciso de Renovación de la Planta Académica), buscará que los maestros que alcancen una edad mayor a los setenta años se retiren voluntariamente. El segundo (Incorporación de Jóvenes Académicos), buscará que se renueve la plana de maestros.

Textualmente, los subprogramas en combinación, buscan:

Lograr un balance adecuado entre la capacidad y la experien­cia del personal académico de la UNAM, con la incorporación de jóvenes graduados para desempeñar las tareas docentes, de in­vestigación y de difusión de la cultura que la Universidad requiere.

Entre los criterios contemplados ya añadía los nuevos estatutos.

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Integrante y representante de la Facultad de Economía en la recién constituida Asamblea de Académicos de la UNAM, María de la Luz Peralta afirma que dichas medidas tienen como objetivo replicar una “política a nivel nacional e internacional que son muy agresivas contra el personal docente”.

Para ella, los subprogramas de Retiro Voluntario y de Incorporación de Jóvenes Académicos, constituyen el desconocimiento de la experiencia que muchos de sus compañeros y ella misma han acumulado.

“Finalmente el personal académico es quien ha ayudado a enriquecer el nivel educativo de la Universidad y el reconocimiento internacional que goza”.

Combinadas, además, pronostican, serán una bomba.

“Discriminatoria”, por un lado, al anteponer edad para la candidatura a una plaza de tiempo completo, y por el otro, “discrecional”, ya que su asignación no será mediante solicitud abierta sino por la designación y promoción de los directores, precarizará el ingreso, la permanencia y el retiro del personal.

“En efecto, están flexibilizando la fuerza de trabajo; lo hacen en los términos en los que la autoridad lo entiende. En lo individual, me parece que existen similitudes en la reforma laboral y la reforma al artículo 3º de la Constitución. A los jóvenes, a quienes se dice que va dirigida, vuelve su situación laboral más endeble.”

A 38 años de servicio, Peralta afirma que el único camino que le depara será pelear con una joven sólo un año mayor a su experiencia universitaria. “Me parece que es un plan muy perverso”, lamenta.

Las acciones

Pese a no haber generado reacciones en un principio, tanto Antonio Buitrón Peralta, María de la Luz Peralta y Margarito Sotelo, afirman que hoy se ha comenzado a incubar un movimiento de oposición al interior del personal académico.

Recientemente constituida, la Asamblea de Académicos de la UNAM, pronostica que cientos de profesores han manifestado su adhesión a esta organización así como su oposición a los dos sindicatos existentes, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) y el Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios (SUNTU), ya que ninguno de los dos ha manifestado su oposición ni les ha dado apoyo, expusieron.

Entre las acciones que ya han previsto para manifestar su rechazo a la nueva política laboral, se encuentran:

1)      Su participación en la manifestación del próximo 31 de enero para repudiar las reformas estructurales;

2)      la convocatoria a una asamblea para resolver el futuro del movimiento el próximo 23 de enero, y

3)      de ser necesario, interponer una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la “discriminación” de la que son objeto por dichas disposiciones.

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Al buscar declaraciones de las autoridades universitarias, personal de comunicación social negó tener una postura al respecto.

21 enero, 2014
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