Los medios de comunicación han abusado del foto reportaje, trabajando sin ética y promoviendo imágenes falsas, a veces montadas o editadas de modo que dejan de ser reales, con tal de conmover a la audiencia pero alejándose de los principios de este género de la fotografía.
El médico y fotógrafo italiano Pietro Collini, en una conferencia en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, expresó su opinión en torno a la manera en la que el foto reportaje se ha desvirtuado, ya sea desde el abuso y la tergiversación de los mass media o desde los juicios de sus opositores más férreos, que encuentran en el trabajo de los foto periodistas un trabajo sin alma, ajeno a las tragedias, que explotan la miseria y el dolor ajenos.
Collini ha viajado por África, India, la región del Amazonas, Guinea Bissau y México, siguiendo su amor por la fotografía, actividad que practica desde los nueve años. Las regiones que ha visitado le han permitido fotografiar situaciones muy particulares, como niños que viven con SIDA en Guinea Bissau o los marcados contrastes sociales en India.
A su parecer, el foto reportaje ha sido sobreexplotado en todo el mundo, al punto de que muchos medios venden como foto reportaje algo que no es así. Incluso, considera que el foto reportaje suele confundirse con el street photography o con la fotografía de viaje, aunque todos buscan objetivos muy distintos.
También, denunció el uso de la fotografía con fines políticos. Mencionó el famoso caso de la fotografía hecha por Steve McCurry, ‘Afghan girl’, el retrato de una niña afgana de ojos verdes que mira con cierto temor hacia la lente y que llegó a la fama a través de la revista National Geographic.
Collini apuntó que los colores de la vestimenta de la niña son los mismos de la bandera afgana. La imagen no es casual, se trata de un montaje desde donde se trataba de dejar en claro que la invasión soviética a Afganistán era un ejemplo de represión que cobraba vidas humanas.
Sin embargo, desde su experiencia, encontró un problema mayor: la preponderancia de la estética sobre la verdad. Ahora, los fotógrafos se esfuerzan por encontrar una imagen estética incluso en lo más doloroso o lo más grotescto. Peor aún, estetizan las imágenes que aún no lo son. Collini afirma que no se puede ser objetivo todo el tiempo detrás de un lente. Sin embargo, siempre hay que ser honesto.
La escritora Susan Sontag dijo: “Sufrir es una cosa; otra totalmente distinta es vivir con las fotografías del sufrimiento, que no necesariamente refuerzan la conciencia y la habilidad de la compasión. También pueden corromperlas. Una vez que se han visto tales imágenes, uno ha comenzado el camino hacia querer ver más -y más. Las imágenes cautivan. Las imágenes anestesian”.
Con lo anterior, se refería a que, en esa explosión visual en la que se han vivido las últimas décadas, las imágenes han dejado de transmitir mensajes importantes, al grado de generar espectadores indolentes. Para Collini no necesariamente se cumple lo anterior. En situaciones extremas como el conflicto armado en Vietnam, el foto reportaje ha logrado alcanzar a las audiencias lo suficiente para generar un cambio, para provocar la indignación de la sociedad a nivel mundial, y que un alto a la violencia pueda ser posible.
Con el photoshop y el poder de los medios masivos de comunicación, la lucha de los foto reporteros que hacen un trabajo honesto y ético está en juego, pero Collini no se preocupa: “Existen otros medios desde los cuales se puede reivindicar el foto reportaje”, asegura.