Derechos Humanos


Los olvidados del 15 de septiembre #Video

Rodrigo Caballero/ @RodCaballero

Morelia, Michoacán.-Doña Rita se cansó de dar entrevistas, se cansó de recibir políticos, se cansó de exigir castigo a los culpables; ahora solamente quiere que le ayuden a pagar sus servicios médicos para no perder su casa.

Rita Alvarado Trejo estuvo a menos de dos metros del sitio donde una granada instauró la palabra “narcoterrorismo” en el vocabulario mexicano.

La onda expansiva envolvió a los cinco miembros de su familia con fuego, esquirlas y recuerdos que los dejarían marcados el resto de su vida, “todavía, a siete años, estamos yendo al psicólogo” asegura agachando la cabeza.

Pero las secuelas no son psicológicas únicamente, 364 semanas tomando medicamentos controlados le cobraron la factura a su hígado y a sus riñones. El 3 de abril de 2015, Doña Rita entró al Hospital Juan Pablo con un cuadro de pielonefritis bilateral.

Una infección urinaria provocada por los agresivos medicamentos de los que depende para que los pedazos de metal que tiene en el cuerpo no la hagan gritar de dolor. La señora ha probado la codeína, la hidrocodona, la hidromorfona, la morfina y la oxicodona hasta el cansancio.

A pesar de todo, eso no evita que en época de frío se le hinchen los pies y sus huesos se sientan como si fuesen a quebrarse.

El día que entró al hospital, Doña Rita había preparado un pago de 100 mil pesos para que le extrajeran las “impurezas” de sus riñones, tuvo que empeñar las escrituras de su casa para pagar solamente la cirugía. Su esposo vendió sus herramientas y trabajó como pudo para los otros gastos que venían por delante.

En la casa de Doña Rita se han parado desde periodistas “famosos” –como dice ella- hasta el presidente de la República. Carlos Loret de Mola, Margarita Zavala, Leonel Godoy, Felipe Calderón Hinojosa y Fausto Vallejo son algunos de los “personajes” que se han parado junto a ella para prometerle que no le iba a pasar lo que le pasó: el olvido.

Por eso no quiere salir a cuadro, por eso prefiere hablar sin cámaras de frente y no quiere salir fotografiada; es más nunca lo ha buscado. Esto a pesar que su esposo, Ángel López Bucio, es una de las caras más reconocidas de los afectados.

Olvidos institucionales

Entre ella y su marido juntan al menos dos cajas repletas de radiografías, recetas, diagnósticos, estudios y papeles del Gobierno del Estado llenos de promesas.

Su familia fue una de las más afectadas físicamente pero, como ninguno de sus integrantes murió en la ceremonia y ninguno perdió una parte del cuerpo no calificaron para una pensión vitalicia.

-¿Qué necesitaban para una pensión vitalicia?-

-Pues que te faltara una parte del cuerpo y que se te muriera alguien, eso se ocupaba- dice Don Ángel con un tono de burla que refleja lo absurdo de los requisitos.

De nada sirven los diagnósticos de los hospitales ni las radiografías con decenas de puntos brillantes que reflejan los pedazos de granada que cargarán de por vida. Nada de eso califica para que los pensionen de por vida.

“Las pensiones que tenemos son temporales, hasta que podamos trabajar, pero no podemos, yo trabajaba mi esposo trabajaba, él no se puede agachar, su taller está parado, sus máquinas mejor las vendemos porque no podemos hacer trabajos” reclamaba Doña Rita.

Año con año percibían alrededor de 7 mil pesos como parte de un fideicomiso del Banco Nacional de México (Banamex) creado por el jugador Rafael Márquez, la cadena Cinépolis y otros actores para apoyar a las víctimas del granadazo de 2008.

Sin embargo, este 2015 la Secretaría de Finanzas les anunció que el fondo se había extinguido. No hubo un anuncio oficial ni un documento ni nada; simplemente se habían esfumado los millones de pesos que contenía.

Las víctimas del granadazo no saben exactamente cuánto dinero había ahí, a pesar que ellos eran los beneficiados del fideicomiso, y la Secretaría de Finanzas se ha negado a rendirles cuentas debido a que es una institución privada.

El pasado martes 25 de agosto decenas de familiares acudieron a las oficinas de la Subsecretaría de Administración para exigir este recurso, no obstante, el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Finanzas, Guillermo Ramírez, aseguró que ese fideicomiso no está dentro del decreto que están obligados a cumplir.

“Ese fideicomiso es particular, fue creado por el futbolista Rafael Márquez y el Estado no tiene forma de exigirlo, lo único que hicimos y ese fue el compromiso es acudir a Banamex y preguntar qué había pasado y nos dijeron que estaba agotado” aclaró el funcionario.

Los familiares y víctimas afectadas por el atentado aseguran que año con año tienen que acudir a las oficinas a recordarles a los funcionarios sus casos ya que “dicen que no están enterados”.

“(Las autoridades) nos tratan como si fuéramos a pedir limosna, piensan que somos una carga que ya no tenemos nada” contó Doña Rita mientras sus familiares asentían.

Esto no es vida

Cada semana, Doña Rita visita el hospital ya sea para análisis, revisión, tratamiento o debido a alguna crisis por el dolor intenso derivado de sus múltiples cirugías.

La última vez que salió a divertirse a algún lugar fue la tarde-noche del 15 de septiembre de 2008.

“Mis hijos no conocen el parque (zoológico “Benito Juárez”) porque no quiero que vayan y vuelvan a tirar granadas pero tampoco hay quién los lleve porque nosotros no podemos salir a ningún lado, no aguantamos caminar mucho ni podemos quedarnos parados por mucho tiempo” confesó Doña Rita.

Dice que sus hijos tienen pesadillas al respecto, su hijo más pequeño no puede dormir con la luz apagada y apenas hace un mes salió de la cama de sus padres. “Imagínese lo que siente cuando se queda a oscuras, eso no es vida” aseguró Rita Alvarado.

La señora cuestiona por qué tuvieron que ir a ver el Grito de Independencia aquel día, a quién se le ocurrió lanzar granadas contra el público y qué tienen que hacer para que las autoridades se acuerden de su problemática; ninguno de los presentes se atreve a responder…

15 septiembre, 2015
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