La reciente investigación por la muerte de la pareja del guitarrista Julio Moura, de la banda Virus, ha puesto en el foco una práctica sexual controversial: la asfixia erótica. Según las autoridades, la hipótesis principal apunta a un ahorcamiento accidental mientras la pareja practicaba esta técnica. Este caso abre el debate sobre los peligros de esta práctica y sus consecuencias potencialmente fatales.
¿Qué es la asfixia erótica?
La asfixia erótica, también conocida como asfixiofilia o hipoxifilia, consiste en restringir la respiración, ya sea por uno mismo o por parte de la pareja, durante el acto sexual o el orgasmo. La intención detrás de esta técnica es intensificar el placer sexual al provocar una liberación intensa de sustancias químicas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, que generan una sensación de euforia.
Generalmente, quienes practican esta técnica utilizan manos, cinturones, lazos u otros objetos para interrumpir el flujo de aire. Sin embargo, expertos de la Sexual Health Alliance advierten que, aunque pueda parecer inofensivo, “la asfixia erótica puede ser extremadamente peligrosa si no se toman precauciones adecuadas”.
El impacto en el cerebro: hipoxia cerebral y sus riesgos
Durante la asfixia erótica, la reducción del suministro de oxígeno al cerebro puede desencadenar hipoxia cerebral. Según MedlinePlus, los síntomas de una hipoxia cerebral leve incluyen:
- Cambios en la atención y distracción.
- Dificultad para discernir.
- Trastornos del habla.
- Movimientos descoordinados.
En casos más severos, las consecuencias pueden escalar a:
- Pérdida total de la consciencia (coma).
- Paro respiratorio.
- Falta de respuesta de las pupilas ante la luz.
Estas condiciones pueden derivar en daños irreversibles, como lesiones cerebrales graves, y en el peor de los casos, la muerte.
¿Es posible practicarla de manera segura?
Los expertos señalan que no existe una forma completamente segura de practicar la asfixia erótica. Incluso cuando se toman medidas de precaución, los riesgos de daño cerebral, afectaciones cardíacas o un desenlace fatal siguen presentes.
“Con demasiada frecuencia, esta práctica termina en tragedias”, comentó un funcionario judicial forense a la BBC. Además, las consecuencias de esta técnica no siempre son fatales, pero pueden dejar secuelas físicas, cognitivas y psicológicas difíciles de tratar.
Un llamado a la reflexión
La asfixia erótica continúa siendo una práctica controvertida y peligrosa. Aunque algunos la ven como una forma de experimentar nuevas sensaciones, los riesgos asociados no deben tomarse a la ligera. Entender las consecuencias de este tipo de actos es crucial para evitar tragedias como la que actualmente enfrenta la familia de la víctima en este caso.