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Mafalda: la niña eterna y rebelde, cumplió 50 años

Ir21/ Ilustración Quino

Publicada por primera vez en la revista Primera Plana, el 29 de setiembre de 1964, nacía Mafalda. Un ícono del humor gráfico que cuestionó como pocos al sistema capitalista, los prejuicios de género, la hipocresía, el modelo de desarrollo, los sistemas políticos, las desigualdades sociales

Mafalda ha sido traducida en 30 idiomas, y solo en Argentina vendió más de 20 millones de ejemplares. Esta trascendencia mundial le sigue valiendo grandes reconocimientos a su creador, Quino, de 82 años, que viajará el próximo 7 de octubre a recibir el Premio Príncipe Asturias de Comunicación y Humanidades en España, algo inédito, pues es la primera vez que se le otorga a un humorista gráfico.

Vigencia

Mafalda marcó a varias generaciones y trascendió totalmente su propia tira, sus cuestionamientos sobre el orden político, su punzante ironía sobre el mundo adulto y su embestida contra los prejuicios sociales que más nos atraviesan, siguen estando vigentes en el 2014, aunque su creador, Quino, se sorprenda: “Me llama la atención que después de tantos años de no dibujarla siga vigente así”, observó.

La vigencia de Mafalda tiene una cara un poco menos amable, observa Quino: “Si bien me halaga que se siga leyendo, también es triste pensar que los temas de los que hablaba Mafalda aún existen”.

El célebre semiólogo Umberto Eco, un admirador confeso de la niña que ama los Beatles y detesta la sopa, supo escribir sobre ella: “Mafalda vive en un continuo diálogo con el mundo adulto, mundo al cual no estima, no respeta, hostiliza, humilla y rechaza, reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres”

Aunque Quino dejó de dibujarla hacia el año 1973, aduciendo que “Casi 10 años dibujando lo mismo, diciendo que el mundo no funciona, que las guerras son malas, todo el mundo lo sabe ya. Por lo tanto dije basta”, Mafalda trascendió totalmente su voluntad y es ahora un ícono cultural de nuestra época.

Tantos temas

A través de su crudo retrato de la clase media, con un padre empleado en una compañía de seguros y una madre sobrepasada por sus labores de ama de casa, en un ambiente de resignación y falta de horizonte, abordó temas como el lugar de la mujer en la sociedad de los años 60-70, de manera crítica y punzante como le es característico. Una vez, observando una pila de ropa para planchar y lavar preguntó a su madre: “Mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?”.

En torno a la política, la vida de Quino, que había transitado la Guerra Civil, la segunda guerra mundial, la guerra de Corea y el fascismo, tiene una notable influencia en las observaciones agudas de la eterna niña que no buscaba solo “hacer reír” sino más bien “hacer pensar”. Es que el bisturí de Mafalda continúa operando aun hoy, y como afirma Quino: “Se trata más de meter el bisturí que de hacer cosquillas”.

30 septiembre, 2014
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