La muestra de arte organizada por el artista Francisco Toledo y la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad ha reunido el trabajo de artistas y científicos en torno a este tema
El arte como un medio de transmisión de mensajes desde una arista creativa y estética es una manera de presentar los problemas sociales desde una vertiente casi onírica. La denuncia así, desde el arte, es mucho menos burda, más humana e incluso, lúdica. Por ello es una gran manera de detonar reflexiones sin que la información deba ser necesariamente brusca o dejarnos atónitos, sino de una forma más suave y sutil.
En este sentido, el artista mexicano zapoteco Francisco Toledo ha estado por años echando mano de su arte para denunciar los problemas sociales y hacerlo desde una mirada estética. Sus piezas, que suelen parecerse a la fantasía de un sueño chamánico o de nahuales, han sido un estilo que lo distingue en cualquier parte del mundo. Recientemente, en alianza con la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Natural y Cultural de Oaxaca A.C., Toledo presentó en el centro artístico creado por él, el Centro de las Artes de San Agustín, la exposición Maíz nativo vs maíz transgénico, en la cual se busca conseguir al menos 1 millón de firmas en contra de este último tipo de cultivo.
Cabe anotar que tanto Toledo como la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad han estado haciendo coaliciones con la sociedad en esta lucha para defender el maíz nativo pues conocen que es en ella donde se pueden generar cadenas más poderosas contra los grandes consorcios, que fácilmente pueden comprar con sus intereses a las autoridades. En México, hasta hoy, aun pese al poder de las grandes transnacionales de los transgénicos, la sociedad organizada ha logrado, gracias a algunos recursos legales, mantener varados los permisos para la comercialización y siembra del maíz transgénico.