Los índices de reprobación en la Universidad Michoacana han mejorado en menos de cinco puntos porcentuales en una década. En la visión de la Secretaría Académica de la institución, el fenómeno se encuentra en niveles ínfimos, derivado de los marcos regulatorios establecidos por los procesos de acreditación de las carreras, que demandan mantener en un bajo nivel reprobación, señaló su titular, Orepani García.
En base a los indicadores que se reportan por parte de esta área, en el lapso 2007-2017 la reprobación no fue constante, con algunos años tanto al alza como a la baja.
En el 2007, el índice de reprobación alcanzó el 28.85 por ciento de la matrícula, sin que se reporte el universo de la misma. En el año 2017, año hasta el que se dispone de información por parte de la dependencia, la cifra alcanzó 23.62 por ciento, con una población calculada de 50 mil alumnos.
No obstante, en los años 2009 y 2012, el nivel se mantuvo en más del 27 por ciento, y en los de 2014 y 2016 registró los más bajos, de 24.31 y 24.97 por ciento respectivamente.
El secretario académico de la Casa de Hidalgo considera “mínimos” los casos de reprobación, al establecer que como la mayoría de las carreras que se ofrecen están certificadas, es una condición mantener en bajos niveles este parámetro.
Cabe señalar que en la sesión del pasado 22 de febrero del Consejo Universitario se ventiló el caso de docentes que, sobre todo en el nivel Bachillerato, manejan las reprobaciones como un modus vivendi, al obtener proporcionalmente por cada examen que aplican un 20 por ciento de su importe.
De acuerdo a la denuncia planteada por el director de la Preparatoria 3, Julio César González Tapia y cálculos preliminares del tesorero Rodrigo Gómez Monge, la práctica dejaría ganancias por 8 millones de pesos al año, producto de los porcentajes que les corresponden por la aplicación de exámenes, con una “ganancia” promedio por docente de hasta 40 mil pesos por semestre.
El rector Raúl Cárdenas Navarro manifestó que existe una investigación al respecto, y que de sus resultados dependería la permanencia de maestros por horas en las aulas.