Cesar Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-“El Congreso de Michoacán tiene diputados con linaje romano, particularmente Salvador Galván, Fidel Calderón Torreblanca y Alfonso Martínez; pretenden estar a la altura del viejo imperio, pero no en el sentido virtuoso, sino en el espectáculo, empeñados en darle pan y circo a los michoacanos de la forma más perversa”.
Así lo calificó la activista y psicoanalítica Rosario Herrera Guido, luego del albazo donde a hurtadillas y rayando en la ilegalidad se leyó y aprobó el decreto mediante el cual se declaró a la Charrería y la Fiesta de Toros como Patrimonio Cultural Inmaterial del estado de Michoacán de Ocampo.
Declaró que los romanos, quienes inventaron el Derecho, tambien fueron los inventores de la pelea a muerte entre animales, pero no contentos con este espectáculo de exceso de violencia, pusieron a pelear a los animales con los seres humanos, así se construyó el Circo Romano.
Pero no bastándoles con el hecho de que hubo gladiadores que comenzaron a dominar leones, tigres y panteras, decidieron, bajo el gobierno de Nerón, echar a los cristianos al circo romano para que las bestias se los comieran vivos al estar desarmados.
“La violencia comenzó a crecer y a crecer, vino toda la descomposición moral de Roma al punto de que los baños romanos eran sitios de verdaderas orgías de sexo, de comida, de vino y de todo tipo de excesos, creció hasta que había asesinatos masivos en todos los pueblos que conquistaban, llenaron todos los caminos de cruces con personas sacrificadas”, relató la también filósofa para comparar lo que hoy aprobó el Congreso de Michoacán.
“¿Qué pasó con Roma?” –continúo- “no sucumbió porque la haya derrotado Constantinopla, sucumbió porque todo el pueblo estaba podrido, eso es lo que los animalistas queremos evitar que ocurra en Michoacán, pero este Congreso no escucha razones de un alto a la violencia, ni cuestiones de virtudes, ni escucha cuestiones de tranquilidad y paz social, expresó la investigadora”.
Recriminó que no acatan la constitución donde se establece que la soberanía está depositada en el pueblo, pero ya la ciudadanía no es nadie para los romanos, “nos tratan como cortesanos, como si esto fuera una monarquía, de hecho ya tienen un virrey”, lamentó la escritora.
Calificó que los diputados michoacanos romanos están absolutamente sometidos y de rodillas, y no sólo ante el Virrey, están de rodillas ante los empresarios taurinos.
Antes que se aprobara este decreto, propuesto por Salvador Galván, empujado por Fidel Calderón y aprobado por Alfonso Martínez, y que fue dado a conocer a los propios diputados apenas unas horas antes de su lectura, discusión y aprobación, había acuerdos entre las organizaciones defensoras de los animales y diputados, de que no se votaría nada y se crecerían en acuerdos.
Entre estos estaba que los animalistas aceptaban que no se cancelaran los espectáculos taurinos, pero que no se permitiera la entrada amenores de edad, o que los propios Ayuntamientos regularían los jaripeos o fiestas taurinas, pero esos acuerdos se hicieron a un lado y de un solo golpe incluyeron a todos los municipios para que promuevan estos espectáculos.
Aunque los animalistas quisieron tomar tribuna del Congreso en un intento desesperado para evitar que no se aprobara este decreto, “los gorilas” que cuidan a los diputados les impidieron el paso e incluso utilizando la fuerza bruta bajaron a una de las manifestantes.