César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Con más de un millón de habitantes catalogados como el sector que padece pobreza, Michoacán se enfrenta a un problema de alimentación que está impactando seriamente en el desarrollo de las nuevas generaciones, la pobreza no es un mal sólo de los actuales adultos, será padecida por los que ahora son niños y serán futuros adultos.
Ello a considerar que los procesos de empobrecimiento afectan directamente los hábitos de alimentación, los escasos ingresos de las familias pobres se destinan casi en su totalidad a comprar alimentos, pero se pierden de otros cuidados como la preservación de la salud o los buenos hábitos alimentarios, aseguró la directora del Consejo Estatal de Población (Coespo), Clara Ochoa.
La funcionaria acotó que el 32 por ciento de la población infantil de entre los 0 y 14 años, tiene problemas de salud directamente relacionadas con la pobreza y con el entorno de la vida, porque viven en ambientes contaminados y con una deficiente alimentación que deriva en una consecuencia de mala salud hereditaria.
Estos trastornos alimenticios también afectan la talla, estas características lamentablemente se observan por ejemplo en los indígenas, que en los relatos de los españoles y posteriores a la conquista, registraron que estas razas eran robustos y fornidos, pero por la mala alimentación está afectado su desarrollo corporal, que se ve reflejado en una herencia de menor talla (estatura).
Otro sector al que más le pega el hambre es a los adultos mayores, la desnutrición es evidente, y es resultado de dos indicadores: del proceso biológico, con menos capacidad para absorben los nutrientes necesarios y que por ello requieren suplementos adicionales, pero la población pobre no puede comprarlos y eso les afecta más.
Por otro lado está presente la incapacidad para hacerse llegar la ingesta de alimentos adecuados, además que su atención se hace más complicada, por lo que estas situaciones son las principales causas de muerte en la tercera edad.
“Se suma en el caso de los adultos mayores que muchos están solos, o están en un plan familiar menos importante, se ven incluso como un estorbo, tienen una alimentación deficitaria, en los cuadros de cuidado se pide que integren leche, carne y huevos, pero eso está excluido en su dieta, son alimentos que están fuera del alcance de mucha gente”, expresa Clara Ochoa.