Záyin Dáleth Villavicencio / @ZayinDaleth3_0
En un contexto en el que la migración se ha convertido, en el fenómeno social del siglo, la participación de las mujeres en este suceso no sólo no se puede disociar, sino que además ha incrementado significativamente en los último años.
Y es que, en el contexto actual en el que además las mujeres están más inmersas en el ámbito productivo, no sólo los hombres son quienes migran para mejor la situación económica de sus familias.
Según datos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), que se dieron a conocer a través del Centro de Estudios Migratorios, se supo que las mujeres implican el 30 por ciento de los migrantes que transitan de México para el país vecino, una cantidad que se incrementa aceleradamente.
En este escenario, se ven inmersas miles de mujeres mexicanas y centroamericanas, quienes al verse en la necesidad de sacar adelante a sus hijos, deciden emprender el peligros viaje a Estados Unidos.
Decisión que implica enfrentar situaciones de violencia extrema, vejaciones y hasta la propia muerte, además de la posibilidad de ser secuestradas y utilizadas para comercio sexual por parte del crimen organizado.
No obstante, aunque cada vez son más las mujeres que optan por enfrentarse a la violencia que sufren en su transito hacía la Unión Americana, este sector aún no figura en los diagnósticos, ni mucho menos, están tomadas en cuenta a la hora de la elaboración de la políticas públicas.
Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, aseguró que el tema de género ha sido invisibilizado por parte de las autoridades a la hora de abordar el fenómeno de la migración en el país.
“Las mujeres mexicanas que migran al extranjero, son una población que, en comparación con los hombres que migran a Estados Unidos, no circula mucho en las estadísticas de los flujos de migración, no aparecen tanto, pero una vez que llegan a Estados Unidos ellas son las que tienden a quedarse más tiempo porque saben de los riesgos que implica el viaje que realizaron para llegar ahí”, señaló.
Y además, añadió que en el gobierno de Enrique Peña Nieto, no hay una propuesta de ley concreta que ayude a la situación de los migrantes nacionales y extranjeros. “Nos gustaría ver un programa total de migración, un análisis de los sectores, con indicadores para evaluarlos, todo esto en el Plan Nacional de Desarrollo, que se tomen en cuenta a las mujeres de origen, de tránsito y de retorno”.
Lo anterior, “ya que las situaciones de abuso de autoridades y de la violencia organizada no se pone un enfoque concreto para lograr que haya un respeto a los derechos humanos”.
Y porque además, las mujeres migrantes en su tránsito por México son blanco fácil para ser abusadas y explotadas sexualmente, por lo que es urgente un enfoque de género para acompañar a las mujeres en esta dinámica de la migración. En un contexto en el que México se ha pasado de ser un país de expulsor de migrantes a una nación de tránsito y origen.