Rodrigo Hernández López / Revolución TresPuntoCero
(28 de septiembre, 2014).- El crimen organizado perforó dos mil 481 oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que le significó ganancias por mil 150 millones de dólares, ahora la paraestatal que encabeza Emilio Lozoya enfrenta al reto de cómo combatir a los cárteles del narcotráfico.
Los robos aumentaron un tercio más de lo que se tenía registrado en el mismo período del 2013, de acuerdo con Pemex, se perdieron 7.5 millones de barriles.
Durante su comparecencia como parte de la Glosa del Informe Presidencial, Lozoya detalló que de enero a agosto pasado se identificó y clausuró en el país dos mil 481 tomas clandestinas, luego de que en 2012 fueron detectadas mil 635 y en 2013 dos mil 612 tomas ilícitas.
La gran mayoría de las extracciones ilegales se realizaron en Tamaulipas estado vecino de Texas y que es clave para los proyectos futuros del sector en México. La zona tiene los mayores yacimientos de gas de esquisto, que se extrae rompiendo capas de rocas, un procedimiento conocido como “fracking”.
Se estima que México tiene la sexta reserva mundial de gas de esquisto, lo que equivale a 60 mil millones de barriles de crudo. Eso es más de dos veces la cantidad de petróleo que el país ha producido utilizando los medios convencionales en los últimos 100 años.
La plaza de Tamaulipas es disputada por el Cártel del Golfo y Los Zetas, donde se realizan los transportes de drogas y de migrantes hacia los Estados Unidos, donde se estima que es el paso para llegar a Texas y contrabandear tanto los energéticos como las personas.
En días pasados el senador David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía del Senado, refirió que “La reforma energética no es viable si no logramos tener éxito en lo que yo creo que estamos teniendo éxito, que es ir resolviendo el problema de la impunidad y de la inseguridad en zonas de México…el reto más alto que tengo y no tengo ningún empacho en decirlo, que tenemos como mexicanos: Tamaulipas. Ahí hay un reto fundamental”.
Por otra parte el coronel del ejército Juan Carlos Guzmán cuando menos dos veces al día, los carteles perforan algunas de las cientos de tuberías que cruzan al estado tamaulipeco. Los hombres cavan rápidamente hasta un par de metros de profundidad para dejar la tubería al descubierto, perforarla y extraer crudo o combustible para transferirlo a un camión cisterna robado.
Pemex no sólo enfrenta el reto de las empresas extranjeras que vendrán a competir en el mercado energético una vez aprobada la reforma energético, ahora deberá combatir al crimen organizado, las cifras ponen en evidencia que a pesar del discurso presidencial de que la delincuencia ha bajado la realidad es otra.