Con una marcha de miles de estudiantes de distintas universidades del país, la consigna de aparición con vida de los 43 normalistas detenidos y desaparecidos en el municipio de Iguala, Guerrero, resonó la tarde de este viernes durante cuatro horas en la Ciudad de México.
“¡Porque vivos se los llevaron¡ ¡vivos los queremos!”, gritaban estudiantes del Instituto Politécnico Nacional acompañados de jóvenes de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela Normal Superior, la Escuela Superior de Educación Física, la Universidad Autónoma Metropolitana, entre otras.
Del norte de la ciudad partieron los jóvenes, tomando como punto de inicio el campus politécnico de Zacatenco, para luego recorrer de norte a centro de la ciudad por avenida Insurgentes.
A pesar del cansancio, la marcha fue creciendo conforme la noche caía. Cerca de las 21:00 horas habrían llegado a su objetivo, la Secretaría de Gobernación, en donde leyeron un pronunciamiento elaborado durante una Asamblea Interuniversitaria.
En éste, aseguraron que el gobierno mexicano “quedó al desnudo” ante el mundo dada la violencia mostrada que representa una política de Estado para concretar el arrebato de los derechos sociales y el despojo de los recursos naturales del país.
Entre las participaciones de los oradores, el grito de “paro nacional” retumbaba con más fuerza, los asistentes coincidieron en que la Tercera Jornada Nacional de solidaridad con Ayotzinapa convocada por estudiantes normalistas el 5 de noviembre, tenía que transformarse en un paro nacional, al menos de carácter estudiantil para luego pensar en la posibilidad de una huelga general una vez estableciendo comunicación con distintos sectores sociales
“El ataque contra nuestros hermanos de Ayotzinapa es la cara más cruda de la represión y la brutalidad, cuyo fin es eliminar uno de los pocos proyectos sobrevivientes emanado de la gesta revolucionaria de 1919: las normales rurales”.
El ataque a normalistas se trata, indicaron, de la muestra fidedigna de la descomposición política de los gobernantes y sus instituciones.
“La saña contra los estudiantes de Ayotzinapa develó el desprecio de los poderosos por la gente humilde; lo prescindible que resulta la vida de 43 jóvenes indígenas y campesinos, y miles de personas más, si de avanzar en la entrega del país se trata”, aseguraron.
Antes de retirarse, los presentes coincidían en que su próxima cita sería el próximo 5 de noviembre a las 16:00 horas en la residencia oficial de Los Pinos para marchar hacia el Zócalo capitalino.