El pasado 11 de agosto, una cría lactante de delfín perdida apareció en una concurrida playa de Mojácar, en el sureste de España. El cetáceo quedó varado cerca de la costa y provocó un gran interés entre los bañistas que allí se encontraban.
El revuelo que se creó fue tal, que cientos de personas se abalanzaron sobre el animal y lo ‘torturaron’ pasándoselo de mano en mano para tomarse fotografías con él. Todo ello fue una experiencia tan estresante para el delfín, que acabó muriendo a los pocos minutos, informan medios locales.
Representantes de Equinac, una organización que se dedica a rescatar fauna marina en el litoral de la provincia de Almería, explicaron en su cuenta de Facebook que además de ser mamíferos y respirar aire atmosférico, los delfines «son muy susceptibles al estrés y mueren muy rápido si se les somete a él».
En cuanto la organización se enteró de lo que pasaba alertados por los socorristas de la playa, se dirigieron inmediatamente hacia el lugar. Cuando llegaron allí, ya era tarde: «Solo nos separaban unos minutos hasta poder llegar a ella», sin embargo, esta «fallecía al momento», lamentaron.
Equinac pidió a los bañistas llamar al teléfono de emergencias 112 en caso de presenciar un varamiento y no manipular los animales: «El agolparse sobre ellos para hacerle fotos y tocarlos, les causa un shock muy fuerte que acelera, en gran medida, un fallo cardiorespiratorio, que fue lo que finalmente ocurrió».
«Una vez más constatamos que el ser humano es la especie más irracional que existe, son muchos los incapaces de sentir empatía por un ser vivo solo, asustado, muerto de hambre, sin su madre y aterrorizado», denunciaron desde la organización, que espera que no vuelva a repetirse lo sucedido: «No os lancéis sobre los animales, por favor, tened un poquito de respeto».