Nueve migrantes, entre ellos dos menores de edad, fallecieron asfixiados dentro de un camión que fue abandonado frente a un Walmart en el estado de Texas; aunque aún no se ha determinado las nacionalidades de las víctimas, se presume que la mayoría son mexicanos.
La cónsul de México en San Antonio, Reyna Torres Mendibil, declaró que hay 31 sobrevivientes, los cuales fueron trasladados a diversas clínicas para su atención médica, donde están siendo identificados.
El caso fue calificado por las autoridades como «un intento fallido de tráfico de personas», donde estuvieron involucrados menores de edad, jóvenes y hombres adultos.
El conductor del vehículo, identificado como James Mathew Bradley Jr., de 60 años, de Clearwater, Florida, fue detenido pero hasta ahora no hay cargos en su contra, pero enfrentaría cargos penales estatales y federales.
Reyna Torres comentó que hay 17 las víctimas que se encuentran en estado crítico, entre los que se encuentran menores de 10, 15 y 17 años.
El secretario de Seguridad Nacional de EU, John Kelly, prometió que su gobierno trabajará con los de México y de Centroamérica para erradicar a los traficantes de personas.