Oscar Galindo / @Colima3_0
Morelia, Michoacán.- El representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia, aseguró que en Michoacán “nadie quiere un baño de sangre” en el proceso de normalización de la situación en la entidad.
Consideró que “todos deseamos que la fuerza pública ponga linderos” y, “si es necesario, combata con fuerza y entereza al crimen organizado” pero reconoció que sería “muy delicado implementar una política de reimposición por mano dura”.
Calificó de prudente la actuación del gobierno federal en el estado, el cual debe “ir abriendo poco a poco los diversos elementos de mayor dificultad para salir de esta situación”, empezando por el control de los espacios públicos.
Explicó que la autoridad debe buscar “todo por la vía de una solución” y evitando riesgos aunque los “criminales sean muy malos”, pues detrás del crimen organizado existen bases sociales y familias beneficiadas que también son mexicanas.
Finalmente, expresó su preocupación por el reclutamiento de menores de edad para participar en las acciones bélicas y la vulnerabilidad de las mujeres, expuestas a ser víctimas de la violencia sexual por la expansión de los hombres armados que podrían carecer de control y disciplina.