“Esta marcha debió haberse realizado desde, mínimo, hace tres años, nos tardamos”. Es el comentario de un maestro a otro, cuando los primeros acordes de la Banda de Guerra de la Universidad Michoacana marcan el inicio del tránsito desde San Nicolás hasta la antigua Casona de los Anzorena.
“Es un hecho histórico, el Congreso nos unió”, señala el mismo maestro, gorra del SPUM calada. “Ojalá y no sea nada más por hoy”, sentencia.
De acuerdo con autoridades de la Universidad, desde el 2013 iniciaron los recortes presupuestales a la institución. Los tres últimos años, los diputados han aprobado asignaciones a la baja para la institución.
Son apenas las 08:10horas de la mañana de un día que amanece con amagos de lluvia. Frente a San Nicolás y el Centro Cultural Universitario, para donde voltees hay jóvenes, de blanco o no como los de Medicina y otras carreras, bien prestos para el “Calis Calas…” que se repetirá esta mañana como grito de guerra.
Y sí, quien lo dijera. Apenas a finales de año el déficit financiero obligó a no pagar al personal universitario. Apenas en enero pasado todavía se oían los fuertes reclamos al rector Medardo Serna Gonzáles por parte de los sindicatos pidiendo su remoción, y hoy, qué foto tan diferente, tan diferente que motiva a los memes, donde Medardo, Lalo (Eduardo Tena Flores, líder del SUEUM) y Gaudencio (Anaya, del SPUM), son la tríada de los Avengers en una versión libre de lo que ya es una foto oficial, dispuestos a combatir a los legisladores que pretendieron una reforma lesiva para la Universidad.
Miles conforman esta columna que se mueve lenta al redoble de la Banda de Guerra hasta la esquina del hotel Virrey de Mendoza, que ocupa la amplitud de la avenida Madero y paraliza el ambiente, nublado y con los estandartes ondulantes que la encabezan, a un paso aún más lento y frente a los portales, casi llegando a Catedral y los rezagados que alcanzan o buscan su lugar entre carreras, caídas de celulares y gritos.
No hay insultos, el coreo son vivas a la Universidad, al Colegio de San Nicolás con su “Calis calas…”, que comparten los estudiantes, los maestros, varios investigadores y la primera valla de autoridades: Medardo Serna, flanqueado por Gaudencio Anaya y Eduardo Tena, y en los extremos los exrectores Fernando Juárez Aranda, Jaime Hernández Díaz y José Napoleón Guzmán Ávila, menos de los que apenas el pasado martes 8 de mayo, eran mucho más en el acto de homenaje a Miguel Hidalgo y Costilla. “Vinieron los que quisieron venir”, diría el rector en una rueda de prensa posterior a la marcha y entrega de documento en el Congreso.
La foto es para la historia: Al arribar al Congreso, cuadras atrás hay toda una multitud que ha seguido el lema que encabeza al contingente, “La Patria es nicolaita”. Son cinco, seis, siete mil, especulan los reporteros. “Son un chingo”, sintetiza otro.
Cierto, esto no se veía en años. Los años que acumularon el encierro de una comunidad que hoy se atrevió y se dispuso a salir con lemas muy claros en sus cartulinas: “Queremos respeto”, “Presupuesto Suficiente y Oportuno”.
Marchan los docentes junto con los administrativos y manuales, el investigador y la secretaria, los moradores de las casas del estudiante, los directores de las facultades con los bibliotecarios, los jefes de laboratorio, los intendentes, los jubilados y pensionados aguerridos, los de Medicina y los de las ingenierías, los de prepa y los de licenciatura. ¿Cuándo se había visto esto?
El cielo se abre al llegar a la intersección de Madero con Morelos, hay sonrisas en los rostros de esta multitud, gente en los balcones y aplausos de algunos al contingente universitario.
Ojalá y no sea sólo la unidad de un día, dijo el maestro.
