César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Seis internas en el penal de máxima Seguridad David Franco Rodríguez, mejor conocido como ‘Mil Cumbres’, fueron puestas en libertad este miércoles, luego de que la condena por la que estaban presas les fue indultada por el Gobierno Federal.
Ellas son protagonistas de eventos propios sacados de la poesía, fueron encarceladas por roban pan y ropa, o por defenderse de las agresiones de sus parejas, vecinas o hasta familiares.
La fianza por el delito mayor de hurto y/o reparación de daños no excede los 25 mil pesos, aunque la mayoría de sus delitos están tazados en un precio más bajo. Es el caso de quienes fueron encarceladas por robar comida ante la falta de recursos económicos, por lo que es imposible que puedan pagar un abogado o la fianza.
Debido a esto, la justicia que se aplica en Michoacán las condenó a pagar con prisión. Un año dos meses es la pena máxima para estas mujeres, sin embargo, tras ser catalogadas como ‘no peligrosas’, fueron puestas en libertad dos meses antes.
Todas son madres de familia, incluso algunas llegaron embarazadas y tuvieron a sus bebés en prisión.
“Esta libertad es posible gracias al trabajo comprometido de Wilfrido Lázaro Medina, quien ha logrado gestionar recursos para que estas personas recobren su libertad”, anunció el secretario del Ayuntamiento, Arturo Mauricio Fuentes, quien en representación del alcalde de Morelia, acudió al penal para atestiguar la liberación de las madres, la mayoría de ellas entre 20 y 30 años de edad.
Su libertad fue condicionada a recibir un taller de capacitación para el trabajo dentro del Programa Nacional de Prevención de la Violencia y el Delito (Pronapred), “con la firme intención de que aprendan un oficio no vuelvan a reincidir”, insistió el secretario del Ayuntamiento.
Nada abordó de las necesidades que tenían las presidiarias y que las llevó a delinquir. Se olvidó por completo estas madres son la prueba tangible de que hay niños que tienen hambre, que hay madres que son capaces de robar por que no ven otra alternativa de desarrollo, o que sigue habiendo hogares donde las mujeres son golpeadas.
Las que recibían el indulto del Gobierno Federal, desde donde se aportó el recurso para terminar de pagar su condena, vestían de blanco. Fueron sentadas frente al presídium de las autoridades municipales y federales, allí les informaron que actualmente el gobierno les tiende la mano como una nueva forma de hacer política social.
Frente a frente, sólo se notaba una realidad, los que estaban en las mesas del presídium, ganan en un mes mucho más de lo que tenían que pagar las presas frente a ellos para evitar un año y medio de cárcel.
Sólo una de las presidiarias que recobrarían la libertad lloraba por saberse libre a unos minutos de este día, el resto de las internas en silencio esperaba el momento de salir de prisión, ninguna sonreía, ninguna mostraba estar feliz por recobrar su libertad, tal vez el tiempo que pasaron en prisión ha sido el periodo más largo en el que no han padecido hambre.