Algunas cartas y posturas de altos funcionarios han defendido los derechos comerciales de las empresas por sobre los de la salud de la población.
Una de las formas en que los consumidores debieran sentirse más protegidos sobre sus decisiones de compra es con el etiquetado de los productos. Si el consumidor está informado, en mancuerna con un etiquetado claro, entonces puede decirse que este está haciendo una compra responsable.
Para que lo anterior suceda, uno, las personas deben tener una noción mínima de los ingredientes que son benéficos y los que son dañinos para su salud, pero quizá lo más importante, es que el gobierno cumpla con la función de garantizar que las personas tengan acceso a etiquetas reales y claras que puedan dar indicio a las personas de lo que están consumiendo. En México lo anterior no es una realidad, organizaciones como la Alianza por la Salud Alimentaria, integradas por Ong´s como Greenpeace, la Fundación Interamericana del Corazón (FIC México) y El Poder del Consumidor, han denunciado recientemente algunos casos evidentes en los que el gobierno de México, a través de su Secretaría de Economía, ha defendido a las empresas transnacionales por sobre el derecho de la salud de los consumidores. Al interior del país los etiquetados son engañosos, los mexicanos desconocen si están consumiendo transgénicos (pues el etiquetado no debe señalarlo) y también el gobierno se ha rehusado a exigir el etiquetado más avanzado en materia de derechos de salud de los cigarrillos.
A nivel internacional estos son los casos más emblemáticos en los que el gobierno mexicano ha mostrado más descaradamente su contubernio con las empresas:
Defensa de las tabacaleras
“El 22 de julio de 2011, Juan Antonio Dorantes Sánchez, director general del Reglas de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía, emitió una comunicación oficial al gobierno de Australia para argumentar la prioridad de los derechos de propiedad intelectual sobre el derecho a la salud, con el fin de cuestionar el empaquetado genérico de productos de tabaco.”
“Australia adoptó en diciembre de 2012 un empaquetado genérico en el que el 80% viene cubierto por imágenes de advertencia y el 20% restante se permite escribir el nombre de la marca, con un fondo verde oliva, una medida eficaz que reduce el atractivo de los empaques y el engaño a los consumidores.” El comunicado del funcionario fue una postura descarada de una política en defensa de los intereses comerciales que, de hecho, México ha estado adoptando a su interior.
Defensa de las empresas de comida chatarra
“El 17 de junio de 2014, el mismo funcionario mexicano, Juan Antonio Dorantes Sánchez, quien continúa en el cargo de director general del Reglas de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía, dirigió una carta al representante de Ecuador ante el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para señalar que el nuevo etiquetado frontal, conocido como semáforo, establecido para los alimentos y bebidas procesadas en Ecuador constituye una barrera al comercio.
“Esta consideración viene a respaldar la misma posición de la gran industria de comida chatarra que se ha opuesto a este etiquetado, que ha sido demostrado como efectivo para orientar a los consumidores.” señalaron las Ong´s en un comunicado.
Defensa de las corporaciones que hacen usos de transgénicos
“En el mismo documento enviado a la representación de Ecuador, el gobierno mexicano manifiesta su oposición a que en el etiquetado de los alimentos se informe la presencia de transgénicos.”
“Es indignante que el gobierno mexicano, en sus opiniones al sistema de etiquetado que propone Ecuador, sea un palero de la industria de organismos genéticamente modificados y promueva el bloqueo de un etiquetado de transgénicos que brinda información básica a los consumidores sobre las sustancias e ingredientes que contiene cada producto, argumentando costos adicionales y obstáculos innecesarios al comercio, cuando como ciudadanos tenemos derecho a estar informados y tener acceso a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad” afirmó Raúl Estrada, director de Comunicación de Greenpeace.