Atraídos por los deliciosos restos de pescados, centenares de pelícanos borregones llegan desde Canadá a Petatán, en la orilla del lago de Chapala.
Lo pelícanos se han convertido en un atractivo turístico para esta pequeña comunidad ubicada en el municipio de Cojumatlán de Régules en los límites de Michoacán y Jalisco.
La mayoría de los habitantes de Petatán se dedican a la pesca, particularmente a la obtención de filetes de carpa y mojarra; los restos del pecado son lanzados a los pelícanos que prestos se lanzan para comerlos.
En el malecón de la comunidad niños con botes llenos de restos de pescado abordan a los visitantes a quienes ofrecen lanzárselos a las aves a cambio de una cooperación voluntaria y así poder observar el espectáculo.
Los pelícanos llegan a esta zona del país en los meses de octubre y noviembre para pasar el invierno, al acercarse la llegada de la primavera emprenden el vuelo de regreso a Canadá.
