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Octavio Tonatiuh Ramírez, director del Instituto de Biotecnología de la UNAM dijo que el desarrollo biotecnológico en México es importante, al grado de que hoy el país se considera entre las 30 naciones con mayor importancia.
Especialistas en biotecnología pidieron hacer un frente común entre academia, industria y gobierno para impulsar la inversión en medicamentos biocomparables e investigación biotecnológica para desarrollar biotecnología mexicana de clase mundial.
En una mesa de discusión sobre “Medicamentos biocomparables”, el director del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Octavio Tonatiuh Ramírez, recordó que hoy en día el mercado farmacéutico mundial supera los 100 mil millones de dólares y el de biocomparables representa hasta el 15 por ciento.
Dijo que el desarrollo biotecnológico en México es importante, al grado de que hoy el país se considera entre las 30 naciones con mayor importancia, pero aún no está a nivel de los punteros del mundo como casos europeos y el mismo Japón.
“En México hay muy buenos especialistas una masa crítica que es necesario aumentar” y consideró necesario incrementar por lo menos 10 veces el número de científicos investigadores y el de instituciones dedicadas a ello.
Por su parte, el director de nuevos desarrollos de Landsteiner Scientific, Francisco Kuribreña Romero de Terreros, aseguró que el futuro del país en este sentido es promisorio para la industria de la biotecnología que necesita mayor certidumbre.
En tanto, la investigadora del departamento de medicina molecular y bioprocesos del Instituto de Biotecnología, Laura Palomares, dijo que en la academia se ve la oportunidad de generar los cuadros necesarios, lo que tiene que estar apoyado por el gobierno para que dé certeza a la inversión.
Comentó que la biotecnolgía es clave para el desarrollo “Si creo que debemos trabajar como un equipo. Tanto el industrial debe considerar al académico como un aliado porque formará los cuadros y el gobierno debe ser aliado. Hacer un frente común para hacer una biotecnología mexicana de clase mundial”.
En ese sentido, Octavio Tonatiuh destacó que de lograrlo se harían productos de muy alto valor agregado en el marco de una soberanía de clase mundial en salud.
Recordó que en México en el 2009 se tuvo un grave evento de influenza que propició la pérdida de dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB), mucho más de lo que se hubiera tenido que invertir en el desarrollo de la biotecnología.
Pese a ello, manifestó, “no aprendimos, ahora en Jalisco se perdieron 25 mil millones de pesos por el brote de influenza aviar y aún no aprendimos. Tenemos que aprender y saber que esa seguridad en salud es fundamental”.
Todos los ponentes coincidieron en que México debe aprovechar el potencial en biotecnología, con lo que podría enfrentar emergencias de salud e incluso abastecer al mundo.