La ruminotomía es una práctica veterinaria muy común en la ganadería para examinar el estómago de la vaca, un fin puramente comercial. Este tipo de cirugía experimental es un nuevo tipo de maltrato animal ha asegurado PETA.
Se abre un boquete de 20 centímetros de diámetro y se coloca una prótesis aparatosa similar a la tapa de un depósito de combustible que no permite que la herida se cierre. Esta inserción requiere cirugía y un postoperatorio de entre 4 y 6 semanas.
De acuerdo a información de La Vanguardia estas vacas reciben el nombre de vacas fistuladas, y dicha práctica funciona como una ventana para que los ganaderos puedan ver directamente el estómago de la vaca y analizar su contenido. Los fines principales por los que se instalan estos aparatos son puramente comerciales.
La asociación animalista PETA ha denunciado desde hace tres años que este procedimiento no tiene en cuenta el sufrimiento del animal y se realiza sólo para aumentar el rendimiento de la producción.
Aunque algunos investigadores aseguran que este tipo de cirugía es buena, lo cierto es que solo beneficia a la producción cárnica y lechera, de acuerdo a PETA.
Este tipo de prácticas se han detectado en ganaderías de Francia, Suiza, Canadá y Estados Unidos.