Pável Uliánov Guzmán / @PavelUlianov
Morelia, Michoacán.- El próximo 27 de abril se conmemora un aniversario más del asesinato de Primo Tapia de la Cruz, líder agrarista e indígena de la Ciénega de Zacapu, ocasión propicia para recordar sucintamente su historia, rememorando sobre todo, una faceta aún muy poco conocida, su vocación anarquista y socialista.
Las fuentes del anarquismo y socialismo de Primo Tapia mantienen al menos tres vertientes. La primera es el anarquismo de los hermanos Flores Magón, con quienes vivió en Los Ángeles en California, durante su estadio como bracero en el norte, estudiando con ellos en círculos de estudio obras de Bakunin, Kropotkin y de los propios hermanos Magón, se le ubica trabajando en el Partido Liberal Mexicano entre los años de 1910.
El segundo afluente lo tomó a partir de 1912, cuando se afilia como militante del sindicato International Workers of the World (Trabajadores Internacionales del Mundo), donde se especializa en trabajo político mediante la organización de huelgas y sindicatos así como en la negociación obrero-patronal, en esa etapa se fortalece también su sentido internacionalista, mismo que lo acompañará a lo largo de su vida.
Su tercer pilar ideológico se refuerza a partir de su integración al Partido Comunista Mexicano en 1921, fortificándose su identidad comunista y revolucionario.
Otro reflejo del pensamiento anarquista y socialista de Primo Tapia, es la forma en que organiza a las comunidades p´urhépecha para lograr sus objetivos, trabajando mediante Comités de Mejorías Materiales, Ligas Femeniles, Sindicato de Comunidades Agrarias, Liga de Comunidades Agrarias y Cooperativas, de igual forma.
Otra refracción de su pensamiento, son los conceptos y términos que utiliza en sus comunicados, tales como, acción directa, lucha de clases, proletarios, burguesía, etc., o en la fecha que utilizaba para la publicación o realización de actos públicos, el 7 de noviembre (aniversario de la revolución Rusa).
En general, se observa que el pensamiento ideológico de Primo Tapia, se mantuvo siempre bajo las ideas socialistas, siendo éstas su tesis, sin embargo su antítesis fue el pensamiento “tradicional” de los pueblos originarios, surgiendo de esta contradicción, la síntesis del Agrarismo Comunitario Reivindicativo, expresado en la lucha por la tierra comunal, el trabajo comunitario y las cooperativas indígenas.
Primo Tapia regreso a su comunidad de Naranja a finales de 1920, a la edad de 35 años y en menos de 6 años organizó a las comunidades y logró la hazaña colectiva del reparto agrario, para lo anterior, fue crucial organizar un equipo de trabajo que mantuvo entre sus primeros miembros a amigos y familiares cercanos, tales como Nicolás Maya y sus primos José Moreno, Tomas Cruz y Pedro López , con quienes trabajó la organización sindical durante su estancia en los Estado Unidos.
A su regreso, su equipo se fortaleció con la integración de notables agraristas y revolucionarios que habían luchado desde una década antes, como Eluterio Serrato, Gabino León y Salvador Espinoza de Naranja, Severo y Félix Espinoza de Tirindaro y Juan Crisóstomo de la Cruz de Tarejero.
A continuación su siguiente tarea fue consolidar la unidad interna de Naranja, lo cual logró por medio de la unión de las familias Gochi y de la Cruz. Subsiguientemente se dio a la tarea de lograr la unidad regional, fundando para ello un Sindicato de Comunidades Agrarias donde quedaron integradas las comunidades p’urhépecha de Naranja, Tarejero y Tiríndaro.
Finalmente cabe señalar que logró vincular siempre la lucha comunal, con las luchas nacionales e incluso a 88 años del asesinato de Primo Tapia por órdenes directas del Presidente Plutarco Elías Calles, queda como lección histórica, su digno ejemplo de lucha.
Esto a través de distintos frentes, por medio de la organización de los pueblos (comités, ligas, sindicatos y cooperativas), a través de la denuncia permanente contra la injustica y la explotación, en la gestión de las comunidades para la entrega de tierras, mediante el trabajo comunitario para la construcción de obras comunitarias (manantial, escuela, carretera, canales y diques), luchando por la socialización del ejido, y cuando fue necesario, la defensa armada comunal en contra de las guardias blancas.
Tapia fue aprehendido debido a la lucha social, agrarista e indígena que representaba, su ejemplo, es un referente histórico de la larga resistencia de los pueblos p´urhépecha.