El jueves pasado Enrique Peña Nieto propuso una iniciativa, donde resalta el interés de hacer legítimo el uso de la tortura a personas que sean consideradas como violentas cuando pasen por un proceso judicial.
Se dispone que “todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, deberán promover, proteger y garantizar el derecho de toda persona a que se respete su integridad física, sicológica y moral, protegiéndosele contra cualquier acto de tortura y otros tratos o penas crueles o degradantes, especialmente cuando se encuentren en privación de la libertad”, así lo indicó el político mexiquense que gobernada dicha entidad justo en un momento donde se hizo uso de la fuerza excesiva en Tlatlaya, caso que continúa con impunidad.
La tortura, tratos crueles e inhumanos no serían oujeto de ninguna atenuante, se perseguiría de oficio y sería castigado con 20 años de cárcel. Enrique Peña Nieto aclara que el uso legítimo de la fuerza para controlar personas violentas o criminales no puede ser considerado tortura para que evadan la responsabilidad de sus actos.
“No se considerará tortura ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes contempladas en la presente ley, las penas o sufrimientos físicos sicológicos que sean únicamente consecuencia de medidas legales impuestas por autoridad competente, o las inherentes a éstas, o de las derivadas del uso legítimo de la fuerza, de conformidad con lo previsto en la legislación aplicable”, precisa.
De acuerdo con Amnistía Internacional la tortura se produce cuando una persona inflige a otra deliberadamente un dolor o sufrimiento severo con fines tales como obtener información o una confesión, o castigar, intimidar o coaccionar a alguien. El torturador debe ser un agente del Estado, o el acto debe contar al menos con un cierto grado de aprobación oficial.
“La tortura y otros malos tratos están prohibidos siempre, en todos los lugares y contra cualquier persona. Esta prohibición es aplicable en las situaciones más graves de emergencia, como la guerra, los disturbios internos y las catástrofes, ya sean naturales o creadas por el hombre. Protege también a las personas más temidas: soldados y espías enemigos, brutales delincuentes y terroristas.” Así lo señala AI en su página de internet.