Ir21 / Khalifa Stadium en Qatar / Foto: Lubaib Gazir
Entre las múltiples controversias para que Qatar sea sede del Mundial de Fútbol 2022, está el terrible calor que condicionara cualquier partido; ahora un proyecto de nubes artificiales afirma evitará el problema.
La temperatura en cualquier estadio del país puede llegar y superar los 45º centígrados, una situación difícil para correr con habilidad y rendir al máximo detrás de una pelota durante 90 minutos.
Pero para los qataríes empeñados en ser la sede de la cita mundialista, nada es imposible, teniendo en cuenta las fortunas que mueven para ello. Así los ingenieros de la nación árabe han confirmado a la FIFA, con el respaldo del gobierno que mediante una nube artificial, capaz de ser movida a control remoto, será posible bajar la temperatura en los estados por debajo de los 30º.
La nube, de la cual poco se sabe, sería construida en fibra de carbono y rellenada con gas helio para que flote en el aire, y la impulsarán cuatro motores alimentados por paneles solares, que permitirán incluso, trasladarla de un estadio a otro, afirman.
De todas formas habrá que esperar a febrero del año próximo, cuando la FIFA podría cambiar la fecha del Mundial de 2022, y pasarla para los meses invernales de Qatar, cuando la temperatura es más soportable.
Los preparativos de un Mundial que esperan no se olvide jamás
Si los países organizadores han sido muchas veces criticados por invertir demás en estadios para un Mundial de Fútbol, Qatar quiere ponerse más allá de todo eso y plantea construir lisa y llanamente una ciudad para la Copa.
“Lusail” se llamará la ciudad que a un costo de 45.000 millones de dólares en principio, cubrirá 22 quilómetros cuadrados de ambientes “inteligentes pacíficos e inspiradores”, según afirma la Lusail Real State Development Company, a cargo de la obra. La ciudad tendrá 19 barrios de “sofisticado lujo”, además de cuatro islas especialmente diseñadas, y en el centro un estadio de 86.000 asientos, con los máximos adelantos que la tecnología logre en los próximos ocho años.
