Hay quienes opinan que el llamado “ciclo latinoamericano”, ha llegado a su fin. El día de ayer, durante la elecciones de segunda vuelta de Ecuador, Lenin Moreno, el candidato de Alianza País, ganó la presidencia, con el 51.16 por ciento de votos a su favor.
Su contrincante, el neoliberal Guillermo Lasso, miembro del Opus Dei, dueño del Banco de Guayaquil, era apoyado por la derecha mundial, y aún con su apoyo, el pueblo ecuatoriano decidió seguir por la vía de la Revolución Ciudadana, que encabezó Rafael Correa hace más de 10 años.
El 19 de febrero de este año, se realizó el primer proceso electoral en el que Lenín Moreno estuvo a menos de un punto porcentual para ganar en primera vuelta, lo que llevó a los dos candidatos con mayor número de votos, a enfrentarse en una segunda vuelta o balotaje.
Según los datos proporcionados por el Consejo Nacional Electoral Lenin Moreno obtuvo 5 millones 44 mil 929 votos, contra 4 millones 815 mil 519 de Guillermo Laso, con el 99,09 por ciento de los votos escrutados, lo que da un segura victoria al candidato de Alianza País.
Por otra parte, hay quienes dicen que cada 100 años, llega un nuevo Lenin, y hace temblar al imperialismo. Aunque las condiciones históricas no son las mismas, y el proyecto político-económico tiene grandes diferencia, lo cierto es que, en ambas ocasiones se muestra un duro golpe a la derecha internacional.
Lenin Moreno, fue durante 6 años el vicepresidente de Ecuador, nació en la ciudad de Rocafuerte, lleva su nombre en honor al revolucionario ruso, es licenciados en Administración pública por la Universidad Central de Ecuador, perdió la movilidad de sus pies 1998 tras un asalto, es autor 10 libros sobre el humor, desde un planteamiento propio.
Se convertirá en el 44º Presidente de la República del Ecuador, junto con Jorge Galas como su segundo al mando, su mandato será de 4 años, con posibilidad de reelección.
Al dejar el puesto de vicepresidente, Ban Ki-moon, secretario de la ONU, nombra a Moreno como enviado especial sobre Discapacidad y Accesibilidad, en ese momento emprendió una tarea para motivar razonada y sistemáticamente a los gobierno del mundo para favorecer una ciencia y técnica solidaria para atender a las personas que más necesitan de los adelantos para una vida con calidad.
En el 2012 fue nominado a recibir el premio Nobel de la Paz, por su trabajo en ayuda a las personas con discapacidad.
Por su parte Guillermo Lasso, no ha aceptado los resultados, ha señalado que hay inconsistencias en las actas e indicó que se puso en contacto con Luis Almagro, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), misma institución que condenó los actos de Venezuela, pero calló frente al posicionamiento de Horacio Cartes, presidente de Paraguay.
En la elecciones estuvieron instancias internacionales como observadores de la jornada: la OEA, la Unión de Naciones Sudamericanas, la Unión Interamericana de Organismos Electorales, y la Asociación Mundial de Organismos Electorales.
¿Fin del Ciclo?
Alfredo Serrano Mancilla, director del Centro Estratégico Latinoamericano Geopolítico (CELAG), recuerda que de las últimas 25 elecciones que han sucedido en América Latina, sólo en una, ha triunfado la derecha neoliberal, en 2015 con la victoria de Macri en Argentina.
“El fin de ciclo ha muerto en América Latina. De la misma manera que lo hicieron los portavoces de la derecha, y otros tantos que tiraron la toalla ante la mínima dificultad, ahora se debería afirmar, con resultado en mano, que nunca jamás hubo fin de ciclo.” señala en el documento titulado “Ecuador 1- Fin de ciclo 0”.
Además, la victoria de la Revolución Ciudadana, da un respiro a los procesos de cambio de la izquierda en América Latina, que había enfrentado una crisis después de la victoria de Macri en Argentina, la derrota en las legislativas en Venezuela, la destitución de Dilma y el “No” en el referendo en Bolivia.
El 24 de mayo, Rafael Correa terminará su mandato, iniciando así la nueva era de Lenin Moreno. La izquierda latinoamericana está de fiesta y con renovadas esperanzas.