Alejandro Baltazar / @Doncaracol
Facebook, Instagram, Flickr, son redes sociales posicionadas en el gusto del público para compartir las imágenes, diseños, fotografías. Pero en diversas ocasiones se ha subrayado que el éxito de las imágenes en la red depende de quién la suba y no de la imagen misma, es decir, tienen mayor peso los influencers que el contenido de la imagen.
Ante esto, aparece RANDO (juego semántico con la palabra en inglés Random, que significa “aleatorio”) un experimento “antisocial”, es lo primero que viene a la mente cuando comenzamos a revisar la aplicación.
Pero ¿de qué trata? Es una aplicación que te permite compartir imágenes bajo un singular diseño dentro de un marco circular, que nos recuerda a la mirilla de una puerta, de manera aleatoria a personas al azar, desde el anonimato.
Una suerte de Chatroulette pero en fotografías y con mejor filtro de seguridad antes contenido pornográfico. Es un intercambio, ya que el único requisito es que subas una imagen y a cambio recibirás otra.
¿Cuál es el sentido? En principio suena a una aplicación muy poco útil, pero al utilizarla comienzas a tomarle el sentido; el vínculo que se tiene con las personas no es otro que la ubicación geográfica de cada usuario y las imágenes que se comparten.
Compartir tu localización geográfica hace interesante este anónimo intercambio, ya que te permite construir un perfil propio de la identidad gráfica de cada paraje, lo que genera un intercambio cultural más que social.
La dinámica cambia, el anonimato es una herramienta que te permite actuar de distinta manera, no está en juego tu reputación digital. RANDO es una aplicación silenciosa que crecerá en el agrado de los que desean contar su visión de otra manera.
Rando está disponible para Android 2.3+, iOS 6 o superior y Windows Phone 8. Cuenta con más de 10 millones de imágenes aportadas en los primeros días de lanzamiento.