Política


Salud: un privilegio que pocos pueden pagar

Revolución 3.0

Las endebles condiciones con que operan las clínicas de salud públicas están generando que el sector de salud privado crezca notablemente en poco tiempo; tan sólo en 2013 el instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofreció 4 mil 60 quirófanos, cifra ínfima si se considera los más de 69 millones de derechohabientes que tiene todo el país, en contraste con los 5 mil 179 que reportaron clínicas y hospitales de cuota, 500 más que en 2007.

De acuerdo con expertos, los trámites engorrosos y la falta de atención al derechohabiente son las principales causas de que el sector privado de salud sea considerado por una gran parte de la población, con el perjuicio que representa realizar un gasto adicional por un servicio que en teoría ya fue pagado, mediante impuestos u otra aportación.

“Lo que impulsa el crecimiento de estas instituciones es que no hay más servicios públicos, las instituciones públicas no se están dando abasto. Ese es el mercado que los privados están aprovechando, donde el Gobierno no está llegando”, indicó la directora de administración clínica de la consultora PwC (PricewaterhouseCoopers), Verónica Sosa.

Y es que las diferencias entre uno y otro, si bien no son abismales sí son de considerar. De acuerdo con datos de la Secretaria de Salud, el año pasado mientras el sector privado contaba con 36 mil 927 camas disponibles, en el IMSS había 32 mil 403 y se registró un crecimiento de 2.6 por ciento entre 2007 y 2013, a diferencia del 6.6 por ciento del primero.

Los laboratorios privados también registraron un incremento considerable, y han crecido 259 por ciento en seis años, lo que responde a la necesidad de los pacientes que en muchas ocasiones deben esperar de uno a seis meses para realizarse análisis y estudios de cualquier tipo, ante la poca infraestructura como menciona Sosa.

“Mientras el sector público no se modernice, la inversión privada va a tomar ventaja, con los riesgos catastróficos que significa un gasto de tales magnitudes para una familia, sobre todo si es de clase media”, refirió la directora.

Tan sólo una cirugía laparoscópica de vesícula se cotiza en 88 mil pesos en el Hospital Ángeles de Lindavista, para el cual debes dejar un depósito de 14 mil pesos en el área de urgencias, precios que pegarían fuerte en el bolsillo de las familias en caso de un imprevisto.

Sin embargo, las diferencias entre el sector de salud pública en México -constituido por el IMSS, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE), Petróleos Mexicanos (PEMEX), Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría de Marina (SEMAR), y servicios como el Seguro Popular de Salud (SPS) y los Servicios Estatales de Salud (SESA)- y el sector privado no se refieren tan sólo a los recursos físicos, pues en 2012 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), informó que al año recibía un promedio de 3 mil 500 a más de 4 mil quejas contra instituciones públicas de salud, tal como refiere la consultora de PwC.

Apenas el año pasado Enrique Peña Nieto anunció que el presupuesto del IMSS para 2014, aumentaría a 477,000 millones de pesos, 13 por ciento más respecto a lo destinado en 2013, sumado a los 4,800 millones predestinado a mejorar la infraestructura hospitalaria. No obstante, parece que tal inversión aún no hace eco en la población, que de seguir con el actual panorama podría someterse a sistema con el estadunidense donde la salud más que un derecho es considerado un lujo para quien pueda costearlo.

6 mayo, 2014
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