Una reducción notable en el florecimiento algal, registra el Lago de Zirahuén, de acuerdo con el investigador Alberto Gómez Tagle, quien señaló que por igual se redujo la presencia de microsistemas, de fósforo y de clorofila A, elementos que son fuente de alimentación de las algas en el vaso Lacustre.
En rueda de prensa, el investigador de la Universidad Michoacana señaló que las acciones de monitoreo en el lago deben seguir, e hizo ver la necesidad de contar con mejor infraestructura para ello, por lo que se tendrá que recurrir a la búsqueda de financiamiento con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), de acuerdo a la estimación de Ricardo Luna, secretario de Medio Ambiente y Cambio Climático del gobierno estatal.
En la conferencia de prensa, fueron insistentes las preguntas de los medios en relación a posibles riesgos de toxicidad para las personas. Gómez Tagle insistió en que los niveles de posible toxicidad se ubican en 0.03 microgramos por litro, muy por debajo de los niveles de riesgo que establece la Organización Mundial de la Salud, que los ubica en 1 microgramo.
El investigador declaró que los niveles de microsistemas libres en agua registran un menor volumen, al igual que bajó el fosfato de origen agropecuario, bajó la temperatura y la emisión de detergentes también descendió, factores que asoció con la baja en la proliferación algal.
Sobre contaminación a peces en el lugar, señaló que no hay evidencia de ello, aunque sí dejó en claro que el agua del lago no se puede consumir.
Luna insistió en que se mantendrá el programa de saneamiento en la zona, con participación de la Comisión de Pesca, Protección Ambiental y el Consejo Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios.