Redacción / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-Conocida como Shabú, meth, ice o crank son algunos de los nombres que hacen referencia a la metanfetamina, una sustancia de la familia de las anfetaminas que puede consumirse vía oral, esnifada, fumada o inyectada con efectos estimulantes de alta potencia y duración.
México ocupa el primer lugar con la mayor cantidad de metanfetamina incautada, durante un año, pasó de 13 toneladas a 31, además de que su producción incrementó considerablemente durante los últimos meses. Los lugares donde más se consume son Estados Unidos, el sudeste asiático, Oceanía, China y Japón.
En la actualidad, la droga “de los pobres”, como se le conoce es utilizada para los tratamientos de la narcolepsia, y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, estos usos médicos son limitados y las dosis son mucho más bajas que las que se consumen típicamente las cuales resultan letales entre los consumidores sin tolerancia.
Núria Calzada, coordinadora de Energy Control, un proyecto de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) centrado en la reducción de los riesgos asociados al consumo recreativo de drogas indica que los principales efectos de la droga son la sensación de energía y euforia, un incremento en el rendimiento intelectual, y la disminución de la necesidad de comer y dormir.
Además provoca dependencia psicológica, debido a que el deseo por consumir la sustancia es muy fuerte y, si el consumo es muy intenso, cuando se interrumpe aparece el síndrome de abstinencia. Su consumo a largo plazo afecta a órganos vitales como el hígado y los riñones.
También causa desnutrición, agotamiento, daños cardiovasculares y una psicosis tóxica precedida por desconfianza, sensación de ser observado y conductas repetitivas.
Al shabú o crank, conocida en 2012 como la droga de los ricos, actualmente se le conoce como la droga de los pobres, esta manera de denominarlo tiene su origen en la corrupción de la expresión original ‘cocaína de los pobres’.
