Andrey Garcés / @Androide3_0
Morelia Michoacán.- “Sin guacamole no hay Super Bowl”, reza el dicho norteamericano que describe de manera perfecta la relación entre uno de los espectáculos con mayor audiencia en todo el mundo y los productores de aguacate en los municipios de Michoacán.
Por esto, se estima que para el próximo 2 de febrero, día en que los Broncos de Denver y los Halcones marinos de Seattle se enfrenten en el Súper Tazón, en los Estados Unidos se consumirán más de 47 mil 200 toneladas de aguacate.
Y es que este producto michoacano resulta fundamental para la preparación del guacamole, complemento perfecto de casi todas la botanas servidas durante la transmisión de este evento deportivo.
No obstante, está tradición del consumo de aguacate estuvo en riesgo debido a la violencia que atravesaron los municipios productores de aguacate en Michoacán, tal es el caso de Tancítaro conocido como “la capital del aguacate” y Uruapan.
Debido a que hasta hace algunos días, con el levantamiento armado y la expansión de los grupos de autodefensa, se pudieron recuperar algunas hectáreas de cultivo del sector agrícola, que grupos criminales tenían cooptados. Por lo que actualmente se encuentra en un proceso de reconstrucción, tras recuperar el orden y la paz, otorgada por el grupo de autodefensa.
Y es que a casi dos meses de haberse conformado el grupo de autodefensa en Tancítaro, integrantes del consejo local regresaron a sus propietarios originales, productores de aguacate, las tierras que habían sido decomisadas por integrantes del crimen organizado.
Cabe destacar que con este acto comienza la restructuración económica para el municipio de Tancítaro el cual se encuentra en números rojos en cuanto a la producción y distribución de dicho fruto al ser por excelencia el sostén de la mayor parte de las familias que habitan este municipio.
Con la entrega de las huertas de aguacate a los propietarios, los grupos de autodefensa dan un respiro al municipio de Tancítaro, pues regresaran trabajo tanto a cortadores como a distribuidores y algunos empacadores que habían perdido sus empleos.