Alina Rosas Duarte / Revolución TresPuntoCero
(02 de enero, 2015).- Las condiciones en las cárceles en México son deplorables, la falta de mejoramiento en las condiciones de internamiento; constante sobrepoblación y hacinamiento; insuficientes actividades laborales, de capacitación, educativas, deportivas, así como deficiencias en los servicios de salud, son algunos de los problemas con los que la Comisión Nacional de Derechos Humanos se encontró al elaborar el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2013.
Sin embargo, la Comisión no fue la única en llegar a la conclusión, el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) lanzó meses atrás su reporte “Delito y Cárcel en México, deterioro social y desempeño institucional”, su diagnóstico a fondo, llegó a varias conclusiones, no precisamente favorables para describir los centros penitenciarios y los rasgos de quienes llegaron a éstos.
La mayor parte de los reclusos, informó el CIDE, lo son por delitos contra la propiedad y sólo una minoría están presos por homicidios, secuestros o delitos sexuales. “No obstante, se observan incrementos significativos en la proporción de sentenciados por secuestro, homicidio doloso y robo con violencia (tres de cada cinco por robo con violencia, lo que acentúa la tendencia captada en encuestas anteriores)”.
Entre los recluidos recientemente, informó, el 66.1 por ciento está presopor robo. “Probablemente más de ocho de cada diez nuevos internos sentenciados lo son por robo y, a su vez, tres de cada cuatro de ellos, por robo simple. La mitad de los robos son por montos de once mil pesos o menos, y una cuarta parte tiene un monto de dos mil pesos o menos“.
Por su parte, el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, señaló que debe sumarse al panorama de los centros la falta de personal de custodia debidamente capacitado y remunerado, así como personal técnico y profesional penitenciario insuficiente y en algunos casos inexistente; inadecuada clasificación criminológica, así como en la separación por sexo y condición jurídica.
Para la elaboración del informe de la CNDH, informó ésta, se trabajó en una muestra conformada por 152 centros penitenciarios, de los cuales 129 son estatales de los más poblados del país, 20 del sistema federal y 3 prisiones militares, en los cuales se verificaron las condiciones de gobernabilidad y estabcia digna, aseguró.
Durante el periodo analizado por la Comisión, las autoridades penitenciarias de los ámbitos federal y local, “reportaron un total de 1,784 incidentes; de este número, 1,631 corresponden a riñas, 10 fueron motines en diversas prisiones y uno en el Complejo Penitenciario Islas Marías, el cual dejó un saldo de 32 internos lesionados y un fallecido, hechos que motivaron la Recomendación 4/2014″.
“De los 129 CERESOS visitados, en 11 no existe separación entre procesados y sentenciados, en 104 es insuficiente el personal de seguridad y custodia, en 96 son deficientes las condiciones materiales y de higiene de las instalaciones, en 92 son insuficientes las actividades laborales y de capacitación para el trabajo, en 84 se observaron áreas de privilegios, así como presencia de objetos y sustancias prohibidas y se tuvo conocimiento de internos que ejercen violencia o control sobre el uso de la población, en 76 existe hacinamiento, en 6 sobrepoblación y en 63 existen deficiencias en la alimentación”, aseguró la CNDH
El CIDE reportó que la edad media al momento de la detención de los actuales presos es de 30 años, mientras su nivel de escolaridad rondaba entre los siete y nueve años en instituciones educativas, el 91.4 por ciento trabajaba un mes antes de ser detenidos -la mitad de éstos lo hacían por cuenta propia-, el 13.1 por ciento (según el Inegi en 2010) había trabajado en la policía o en las fuerzas armadas, y el 72.6 por ciento reportó tener hijos.
Sin embargo también se hallaron variables en común: violencia intrafamiliar, consumo excesivo de alcohol en el hogar por parte de sus padres o adultos en el hogar durante su niñez, el uso de drogas ilegales en su entorno cercano e incluso, familiares presos durante la infancia.