Desde el 2004, Beautiful Agony ha recibido más de 3 mil colaboraciones de hombres y mujeres masturbándose. Antes, durante y después del orgasmo, el rostro humano es capaz de despertar en el espectador una excitación empática que, en algunos casos, resulta de participar del impulso exhibicionista de alguien “como nosotros”.
Se trata de un proyecto de Richard Lawrence y Lauren Olney, residentes de Melbourne, Australia, quienes nunca imaginaron que su experimento audiovisual fuese a resultar en un proyecto que documentara los rostros del orgasmo.
Este par de amigos estaban dispuestos a comprobar que el erotismo no está ligado necesariamente a la exposición del cuerpo desnudo o del trato rudo que recibe (como en la pornografía hardcore, que en ocasiones falla en excitar al ser “exagerado” o francamente tonto), afirmando en cambio que el rostro es capaz de comunicar por sí mismo todos los estados por los que atraviesa un cuerpo lleno de placer.
El orgasmo, para Beautiful Agony, es cosa seria.