César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Según la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) Michoacán ocupa el 5º lugar en trata de personas, y estas tienen que ver desde el rapto de infantes, la prostitución obligada o la explotación jornalera.
“Este fenómeno afecta de muchas formas y urge que las autoridades sean más eficientes al momento de que se denuncian estos casos, en México constantemente se está lucrando con 7 millones de personas, y nuestro estado es de los más afectados”, explicó Lorenzo Corro, responsable de procedimientos y quejas en la Comisión.
Aunque el representante de la CEDH no especificó cuantos casos de este tipo ocurren en Michoacán, aludiendo a que no se tienen las cifras oficiales, sí aseguró que el estado se encuentra entre las principales entidades del país que viven esta situación de tráfico y trata de personas.
Michoacán al igual que otros estados que mayoritariamente padecen de esta situación tiene regiones expulsoras de gente que alimenta la trata de personas, generalmente ocurre desde las zonas más pobres donde hay condiciones de vida muy denigrantes.
Pero también hay zonas catalogadas como los receptores y otros como las regiones de tránsito, lo que hace complicado saber cuánta gente es sustraída en Michoacán.
Clasificó que este tipo de situación se vive contra todo tipo de población, desde niños, jóvenes y mujeres en edad escolar y mayores. Pero también contra varones que se utilizan como jornaleros agrícolas y que se les obliga a trabajar con una percepción apenas suficiente para comprar alimento mínimo.
“Esta es una situación donde la gente es obligada a padecer esta situación, no se tiene un consentimiento por parte de las víctimas por ejemplo en casos de pornografía o de los jornaleros, aunque el sistema arroje a la víctima la carga de la prueba, es decir, es muy difícil para algunas de estas víctimas probar que ellos están siendo obligados, sin embargo es un hecho fehaciente que está a la vista de todos, y lo que puede quitar la presión a la víctima es la acción inmediata de la autoridad”, explicó Lorenzo Corro.
El ejemplo lo puso con una persona en los cruceros, donde incluso hay niños pidiendo monedas y a los que nadie se acerca a preguntar por qué están allí, quién los puso allí, o de dónde son. A partir de esos datos se podría elaborar un sistema de investigación y profundizar en cada caso.
Asimismo, denunció también que hay desatención por parte de las autoridades judiciales cuando haya el indicio de que una persona fue sustraída o es retenida en contra de su voluntad, en esos momentos se debe actuar de inmediato y no esperar 24 horas o más para poder actuar, sino que de manera inmediata se pongan en acción para que no sustraigan a las personas o que no cambie la identidad.
Otro punto que ha fomentado estas situaciones es la falta de trasparencia y apego a la verdad, luego que el encargado de Quejas y Procedimiento en la CEDH explicó que en cada caso los familiares o denunciantes deberían tener acceso irrestricto a la investigación a través del Ministerio Público, y éste debería estar obligado a seguir todas las denuncias de investigación posibles.
Los casos de tráfico o trata de personas no son los mismos casos que las situaciones de desapariciones forzadas, en los primeros hay un evidente interés por comercializar con las personas y obtener una ganancia económica, ya sea desde la trata e incluso hasta el tráfico de órganos, mientras que en el segundo caso se trata de acciones que cometen cuerpos institucionales de seguridad y obedecen a intereses políticos, de seguridad o de investigación.
“La trata de personas se puede definir como la vida o la muerte de una persona que le genera un ingreso económico a la persona que está realizando estos actos, incluso los arrojan a una situación de esclavitud o venta de la figura sexual sin que se vea como tal, lo vemos por ejemplo en algunas compañías de edecanes o modelos, pero que son considerados también como un delito”, explicó Lorenzo Corro.