En un movimiento que ha generado expectación y controversia, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva para desclasificar los archivos relacionados con los asesinatos de tres figuras icónicas de la historia estadounidense: el presidente John F. Kennedy, su hermano Robert F. Kennedy y el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. “Todo será revelado”, aseguró Trump a los periodistas mientras firmaba la orden en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Una promesa de transparencia
La orden ejecutiva, que Trump calificó como un acto de “interés nacional”, busca hacer públicos todos los registros gubernamentales relacionados con estos crímenes que han permanecido ocultos durante décadas. “Más de 50 años después de los asesinatos del presidente John F. Kennedy, el senador Robert F. Kennedy y el reverendo Dr. Martin Luther King Jr., el Gobierno Federal no ha hecho públicos todos sus registros. Sus familias y el pueblo estadounidense merecen transparencia y verdad”, señala el documento.
El expresidente ordenó al director de Inteligencia Nacional que elabore un plan en un plazo de 15 días para la publicación completa de los documentos sobre la muerte de JFK. Asimismo, los jefes de inteligencia tendrán 45 días para presentar un plan que permita liberar los archivos relacionados con los asesinatos de Robert Kennedy y Martin Luther King Jr.
Un largo camino hacia la desclasificación
La desclasificación de los archivos sobre el asesinato de JFK ha sido un tema polémico desde que ocurrió el magnicidio el 22 de noviembre de 1963. En 1992, el Congreso aprobó la Ley de Recopilación de Registros del Asesinato de Kennedy, que estableció un plazo hasta 2017 para hacer públicos todos los documentos relacionados. Sin embargo, debido a la resistencia de agencias como la CIA y el FBI, solo se ha liberado una parte de los archivos.
En 2021, bajo la administración de Joe Biden, los Archivos Nacionales de EE.UU. publicaron miles de documentos adicionales, lo que permitió que más del 95 % de los registros de la CIA relacionados con el asesinato de JFK vieran la luz. No obstante, algunos archivos clave siguen siendo clasificados, alimentando teorías conspirativas y especulaciones sobre lo que el gobierno podría estar ocultando.
Los asesinatos que marcaron una era
El asesinato de John F. Kennedy en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963, sigue siendo uno de los eventos más impactantes de la historia moderna. Kennedy fue alcanzado por dos disparos mientras viajaba en una limusina descapotable junto a su esposa, Jacqueline, y el gobernador de Texas, John Connally. Lee Harvey Oswald, el presunto autor del magnicidio, fue asesinado dos días después por Jack Ruby, un hombre con vínculos con el crimen organizado, lo que añadió más misterio al caso.
Robert F. Kennedy, hermano menor de JFK y senador por Nueva York, fue asesinado el 6 de junio de 1968 mientras hacía campaña para las elecciones presidenciales. Su muerte conmocionó a una nación que aún no se recuperaba del asesinato de su hermano.
Martin Luther King Jr., líder del movimiento por los derechos civiles y premio Nobel de la Paz, fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee. King, quien luchó incansablemente por la igualdad racial y la justicia social, fue alcanzado por un disparo mientras se encontraba en el balcón del Motel Lorraine. James Earl Ray fue condenado por el crimen, pero las dudas sobre su culpabilidad y la posibilidad de una conspiración han persistido durante décadas.
¿Qué revelarán los documentos?
La desclasificación de estos archivos ha generado expectativas y preguntas sobre lo que podrían contener. ¿Se revelarán detalles sobre posibles conspiraciones? ¿Habrá información que cambie la narrativa oficial de estos crímenes? Para muchos, la publicación de estos documentos representa una oportunidad única para cerrar capítulos oscuros de la historia estadounidense. Para otros, es un recordatorio de que la verdad completa podría ser más compleja de lo que imaginamos.
Mientras el gobierno se prepara para liberar estos archivos, el mundo espera ansioso descubrir qué secretos han estado guardados durante más de medio siglo. Una cosa es segura: la desclasificación de estos documentos podría reescribir partes de la historia y, quizás, ofrecer respuestas largamente esperadas.