¿Y si recibieras una herencia? ¿Bastarían autos, casas, joyas o robustas cuentas bancarias para colmar tus deseos? No para los habitantes de esta pequeña ciudad del condado de Brown, Estados Unidos, quienes sin duda, preferirían un sitio en el estadio para ver al equipo de futbol que los puso en el mapa.
Para muchos, ésta sería la única forma de conseguir un pase para la temporada completa. Y es que con una lista de espera de más de 111 mil personas (la ciudad apenas rebasa los 100 mil habitantes) y un estimado de 30 años para alcanzar turno, muchos han muerto con la esperanza de conseguir el preciado abono. Otros de plano han registrado a sus hijos en la lista tan pronto obtienen su acta de nacimiento.
Este es incluso un tema de acuerdos prematrimoniales y divorcios en los que el juez, además de conciliar la custodia de los niños, debe mediar la posesión de los boletos. De no haber acuerdo, el propio equipo decide el destino de los mismos. Los boletos, no los niños.
Se trata de Green Bay, una de las franquicias más exitosas y de mayor tradición de la NFL. Con 13 títulos de liga y cuatro Super Bowls es también la única alineación de propiedad socialista de la liga más millonaria del deporte mundial. Los Empacadores tienen como dueños a ciudadanos y aficionados dentro y fuera de Wisconsin. Fueron ellos quienes en 1923 rescataron al equipo de la bancarrota.
Actualmente hay 5 millones 11 mil 557 acciones en manos de 360 mil 564 accionistas, quienes no reciben ganancia alguna, ni siquiera boletos para los partidos, solo el orgullo de ser copropietarios del equipo.
“Como equipo que tiene por dueño a una comunidad sabemos que jamás habríamos podido ganar el Super Bowl sin el apoyo de los aficionados”, expresaron los jugadores Brady Poppinga y Jason Spitz en 2011 al pronunciarse a favor de las protestas de los trabajadores de Wisconsin en contra de una ley impulsada por el gobernador republicano Scott Walker. Dicha legislación pretendía eliminar el derecho de los empleados públicos a negociar colectivamente sus condiciones laborales y reducir el presupuesto destinado a pensiones y seguro médico de los trabajadores. “Es un honor para mí defender a las familias trabajadoras de mi comunidad” declaró Charles Woodson, otra de las estrellas de los llamados cabeza de queso.
Para ser copropietario de los Empacadores solo debes esperar la próxima venta pública de acciones, valuadas en alrededor 250 dólares cada una. Sin embargo, los compradores no pueden vender su participación, solo transferirla a familiares inmediatos. Además, existen mecanismos para evitar que haya algún dueño preponderante.
Los accionistas carecen de poder de decisión en la compañía, no obstante eligen una junta directiva y un comité ejecutivo de siete miembros como representantes en las reuniones de propietarios de la NFL. El mando deportivo recae en el gerente general Ted Thompson, responsable de decisiones polémicas como la de sustituir en 2008 al ídolo Brett Favre para darle una oportunidad al novato Aaron Rodgers, quien terminaría convirtiéndose en figura.
Además, al ser una organización no lucrativa, sesenta por ciento de los ingresos obtenidos en el estadio, el legendario Lambeau Field, se destinan a asociaciones altruistas locales.
Pese al éxito de Green Bay, los directivos de la NFL han cerrado la puerta vía reglamento para que se replique el modelo en otros sitios, manteniendo así el negocio en unas cuantas manos.
No es difícil simpatizar con los miles de aficionados que cada temporada se congregan alrededor del césped de la Tundra Congelada, para celebrar o llorar junto con éste, el verdadero equipo de todos.
Si quieres saber más de los Empacadores, visita su sitio oficial aquí.
Fuente: FundaciónUNAM
