El déficit de agua en el mundo trepará al 40% en los próximos 15 años, si no existen correctivos adecuados para las formas de consumo, alertó un estudio de 31 organismos de Naciones Unidas, que publica este viernes la UNESCO. El déficit de agua en el mundo trepará al 40% en los próximos 15 años, si no existen correctivos adecuados para las formas de consumo, alertó un estudio de 31 organismos de Naciones Unidas, que publica este viernes la UNESCO.
En el mundo hay actualmente más de 748 millones de personas que no tienen agua libre de contaminación, y si bien el problema ha tenido algunos avances, tanto en el acceso al agua como al saneamiento, el aumento de la población mundial es más rápido que los logros en la materia. En esa línea UNESCO advierte la necesidad de sustituir los Objetivos del Milenio, que concluyen este año, por los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que se cumplirán desde 2016 hasta 2030, dando prioridad absoluta a los temas hídricos.
Un asunto que va más allá de tener agua potable
La Agencia de ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ha preparado el último informe con importantes variables en referencia a las prioridades del tema en cuestión. Para UNESCO, el tema de tener agua potable y una letrina es vital, pero no exigen por ello menos atención otros puntos clave del asunto como la gobernanza de los recursos hídricos, la calidad del agua, la gestión global de las aguas residuales y la prevención de catástrofes naturales que provoca el agua.
UNESCO alerta a tener en cuenta el problema que genera el sector agrícola –el de mayor consumo- que exige aumentar la producción acuífera para 2050 en el orden del 60%, un desafío que está lejos de cubrirse y que generará problemas de magnitud aún incalculable. El problema de los pesticidas y los productos químicos en los cauces fluviales está en aumento y ello ocasionará daños posiblemente irreversibles por centurias en muchas cuencas. Las aguas subterráneas están siendo explotadas “de forma abusiva” hasta en un 20% según el informe.
Paralelamente, la demanda de productos manufacturados, acompañará esa línea y hará que se sume al problema otra exigencia que no será inferior a un 400% del agua que actualmente emplean las industrias.
El informe concluye que todas las presiones podrían “desembocar en una competición por el agua entre diferentes sectores económicos, regiones o países”. Reconoce no obstante que “los esfuerzos llevados a cabo por algunos países indican que es posible lograr una mejor gestión y una utilización más escrupulosa de los recursos hídricos, incluso en los países en vías de desarrollo”.