Benjamin Mendoza
En las semanas recientes, la cámara alta ha sido escenario de una de las discusiones más entrampadas y álgidas que la 4T ha tenido en estos primeros 100 días de gobierno, tanto al interior como al exterior, la discusión sobre el tema no sólo presume ser escabrosa para algunos sectores de la sociedad, sino que también se presenta como una especie de rumbo qué, dependiendo del resultado de ésta, tomará, al menos en el papel ideológico, el gobierno de la 4T asumiéndose como la continuidad del progresismo de izquierda en América Latina o no.
Mientras Lili Téllez del MORENA reviraba a Patricia Mercado de Movimiento Ciudadano el haber colocado un pañuelo verde que simboliza “asesinato” y, a su vez, otras legisladoras compañeras de bancada de la misma Téllez la invitaban a guardar silencio y a no llamar asesinas a miles de mujeres en el país, en Nuevo León, el congreso local votaba casi de manera económica una iniciativa de ley que criminaliza a los implicados en una interrupción del embarazo, haciendo caso omiso a las recomendaciones de la ONU y a la movilización ciudadana, en especial la feminista, en Nuevo León se obtendrán hasta 12 años de cárcel si se es cómplice de un aborto.
Desde la presidencia de la república, la línea, al parecer, es la de guardar silencio al respecto, pues aunque en reiteradas ocasiones se ha cuestionado a Andrés Manuel López Obrador sobre el tema, jamás toma una postura clara frente al hecho. En un primer momento, antes y durante la campaña, lo evadía, ahora como titular del ejecutivo, traslada la responsabilidad a la ciudadanía, adelantando que al ser tema de interés nacional, se consultará de forma pública. Por otro lado, la Secretaría de Gobierno,representada por Olga Sánchez Cordero, de forma temeraria,en una de las conferencias mañaneras, anuncia la búsqueda de la despenalización del aborto en toda la federación, dejándonos con muchas dudas e incertidumbre ante el tema,y es que pareciera que no se ponen de acuerdo.
Preguntémonos entonces ¿Cuál es la postura del MORENA ante el tema? ¿Cuál es la postura del presidente? ¿Qué posición sostienen las izquierdas progresistas del mundo ante el aborto? ¿El Morena forma parte de éstas izquierdas? ¿Qué relación debería mantener el MORENA con los movimientos feministas cuya plataforma se plantea una agenda donde la despenalización del aborto es una prioridad?
Dentro de su estructura a nivel nacional, el MORENA tiene una cartera dentro del Comité Ejecutivo Nacionaldenominada “Secretaría de Diversidad Sexual” y otra denominada “Secretaría de la Mujer”, las cuales se replican en las entidades federativas donde existe Comité Ejecutivo Estatal, o lo que es lo mismo, donde hay sanidad política y pueden existir dirigencias estatales. Al interior de estassecretarías, temas que parecieran evadirse como los matrimonios igualitarios, el derecho a la adopción de familias homoparentales, la lucha por la equidad de género, la no discriminación a personas con SIDA y la despenalización del aborto, entre muchos otros, son agenda partidaria. La postura del presidente de la república, a pesar de haber emanado de este instituto político, no es clararespecto al tema, pero… ¿Podemos especular sobre ella? Por un lado, pareciera que Andrés Manuel López Obrador cuida, de manera quirúrgica, a ese sector de la población que se volcó en la ola del cambio pero cuyo extracto ideológico es más de centro que de izquierda, por otro, parece que la alianza con el PES no fue sólo pragmatismo y que realmente Obrador es un conservador, un hombre del siglo pasado que se asume como izquierdista por conveniencia.
Utilizando la lógica y observando el pasado reciente de Obrador, nos queda claro que más que estar en contra de la despenalización del aborto, el presidente busca no polemizar, no generar polarización ni encono con sectores de la población no tan afines a sus ideas, dejando esa labor en figuras de menor peso e incluso en instancias donde él no tiene alcance institucional. Tras un triunfo histórico de la izquierda mexicana, es evidente que Obrador pretende cuidar su electorado, el electorado del MORENA, impulsando un discurso de reconciliación lejos de la confrontación política y la polarización social, desde su pre campaña Obrador se ha manejado más con un bajo perfil e incluso conciliador, contrastando con la imagen construida a su alrededor por sus opositores. El presidente, como tal, es más un estratega que un ideólogo, por lo cual cede la batuta del tema a su grupo de contención, quienes se encargan, como ya lo hemos visto, de hacer el “trabajo sucio” principalmente en el legislativo.
A nivel mundial, los partidos de izquierda, desde losmás cercanos al centro e incluso flexibles, como Movimiento Ciudadano en México, hasta los más radicales como los diversos partidos comunistas europeos y asiáticos, reivindican la bandera de la despenalización del aborto como una lucha primordial por los derechos de la mujer, su conquista es vista por el sector progresista internacional como uno de los grandes avances en la construcción de la equidad de género y posiciona, ante la opinión pública, a las sociedades que han rebasado esta barrera, como sociedadesdemocráticas avanzadas, atendiendo las recomendaciones de la ONU. En América Latina, al igual que en España o Italia, este tema ha sido motivo de controversia, pues la herencia cultural cercana con el catolicismo y la influencia fáctica de los antiguos poderes coloniales aún permean en la superestructura social y, por ende, en la población mayoritaria, que si bien se asume económicamente en el eslabón más bajo de la cadena productiva, también se asume como la más lejana a campañas de información y/o orientación sexual, aun así, el MORENA es claro en el planteamiento de su programa y su estructura, no piensa renegar del pañuelo verde ni tampoco desmarcarse del progresismo internacional, la crisis actual en Venezuela es un ejemplo del hecho.
Tal vez donde el MORENA ha tenido un pequeño tropiezo ha sido en la relación que ha mantenido, no sólo en este caso con el movimiento feminista, si no con todo el movimiento social y popular en México, con el cual no ha encontrado los mecanismos adecuados para la comunicación e incluso la integración, no sólo en materia legal, si no también política, de toda esa izquierda no electoral organizada que lo simboliza y qué, como ya lo hemos expuesto, comparte agenda con el vino tinto. Construir puentes y canales de comunicación efectiva, así como horizontales y respetuosos, será una tarea primordial para la bancada “pro despenalización” del MORENA en ambas cámaras, pues en éstos momentos donde una de las batallas legales más importantes está por librarse, la presión social y la movilización feminista en las calles es de suma importancia. Así mismo, minimizar políticamente las posturas conservadoras como la de Téllez e ignorar los debates infértiles sería lo mejor, la envestidura presidencial sigue intacta ante tales decisiones y la responsabilidad recaerá en el legislativo, el cual presume tener en ésta disputa al MC de su lado y parece tener algo claro, el tema no se trata de consultas, ni de puntos de vista, la despenalización del aborto es un tema de salud pública y no de moralidad.
El derecho a decidir es universal, los derechos no son concesiones, son conquistas que el pueblo a lo largo de la historia ha conseguido y, en el presente mexicano, en los inicios de la 4T, parece que las mujeres está por conquistar uno que marcará el rumbo del gobierno los siguientes años. Ya se viene, ya se viene, la marea verde.